Un encuentro público y otro en serio...

La reunión del Sheraton fue abierta como un mitin en un estadio pequeño. No hubo restricción de entrada ni se ocultó lo tratado.

La prensa reseñó con libertad y todo el mundo sabe que el Gobierno casi en pleno se montará con Gonzalo en su cohete de pan.

Ese encuentro sin embargo no agotó la jornada, pues durante el día fueron haciéndose ajustes. Nada más difícil que coordinar gente, en especial refuerzos. Aquí sobran pitchers, allí faltan outfielders, o buenos corredores de base. “Fulano se va conmigo”— “llévate a mengano”.

Lo que no se sabe y debe intrigar fue el encuentro cerrado que tuvo lugar en un salón de la OISOE, y no complemento del acto del Sheraton, sino para dar las verdaderas orientaciones.

Esa sesión de trabajo fue tan hermética que hubo que dejar en la puerta los celulares e identificarse con documento, de manera que no se colara un solo moro. Los convocados y asistentes no solo son fieles a la causa de Danilo, sino cuadros políticos reconocidos por su eficiencia y sobre todo confianza.

Como responsables de áreas saben qué está en juego y lo que significa asumir una línea bajada del cielo.

Diario Libre

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