Demasiadas funciones a uno solo
Diario Libre
El ministro Montalvo está sobrecargado...
Llegará un día en que el gobierno aprenderá una de las nociones más simples y que desde hace mucho tiempo se conoce.
Que quien mucho abarca, poco aprieta.
Montalvo, por ejemplo, encabeza dieciséis comisiones, que indudablemente son muchas, pero que significa que nada importante se mueve sin que por lo menos le ponga la mano.
La administración tiene buena acreditación pública y goza de buena fama, y las encuestas ajenas dan testimonio de esa excelente situación.
La percepción ganando la partida a la realidad.
No obstante, hay que convenir en que no es verdad tanta belleza.
Que hay decisiones que se retrasan, o que ya tomadas, se tardan en la aplicación, creando un ambiente de quejas o desánimo en sectores que se suponen claves.
Como es natural en asuntos de gobierno, hay que buscar un culpable, y ninguno mejor que el secretario de la Presidencia, al que se atribuye demasiada centralización.
La cual, hay que ser justo, no es suya, sino otorgada.
El Presidente hace bien teniendo a su lado a un funcionario diestro y confiable, pero nunca debe olvidar que quien mucho abarca, poco aprieta.
Llegará un día en que el gobierno aprenderá una de las nociones más simples y que desde hace mucho tiempo se conoce.
Que quien mucho abarca, poco aprieta.
Montalvo, por ejemplo, encabeza dieciséis comisiones, que indudablemente son muchas, pero que significa que nada importante se mueve sin que por lo menos le ponga la mano.
La administración tiene buena acreditación pública y goza de buena fama, y las encuestas ajenas dan testimonio de esa excelente situación.
La percepción ganando la partida a la realidad.
No obstante, hay que convenir en que no es verdad tanta belleza.
Que hay decisiones que se retrasan, o que ya tomadas, se tardan en la aplicación, creando un ambiente de quejas o desánimo en sectores que se suponen claves.
Como es natural en asuntos de gobierno, hay que buscar un culpable, y ninguno mejor que el secretario de la Presidencia, al que se atribuye demasiada centralización.
La cual, hay que ser justo, no es suya, sino otorgada.
El Presidente hace bien teniendo a su lado a un funcionario diestro y confiable, pero nunca debe olvidar que quien mucho abarca, poco aprieta.
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