La Ciudad Santa María, modelo educativo que impacta en Santiago
La Fundación tiene cinco ejes para impulsar acciones en mejora de la comunidad: la salud, la educación, la espiritualidad y la autogestión de esa entidad cibaeña.
Wander Santana
SANTO DOMINGO. El Proyecto educativo y comunitario Fundación Ciudad Santa María, ubicado en Santiago de los Caballeros, es un centro que a través de una escuela pública ha creado un espacio de desarrollo y superación para los jóvenes de esa demarcación.
La Fundación es dirigida por el Arzobispado de Santiago, que ha delegado en el padre Juan Patricio Azcona, la gobernación de la Ciudad Santa María, la cual funciona con apoyo del Voluntariado del mismo nombre.
Es un centro que imparte inglés, cuenta con una instancia infantil, una escuela primaria y un liceo. A esos espacios educativos asisten en total 1,700 niños, niñas y jóvenes de escasos recursos de las comunidades en donde la Fundación tiene alcance. Estas comunidades son La Otra Banda, Villa Liberación, La Herradura y Bella Vista.
Reciben bebés desde 45 días
Muchos de los que allí estudian ingresan a las estancias infantiles desde los primeros 45 días de nacidos y pueden agotar en esa institución todo su proceso de formación primaria, secundaria y terminar con una formación técnica.
“La Ciudad Santa María es un modelo de educación que impacta cuatro sectores de Santiago”, según las informaciones ofrecidas en el Diálogo Libre por Soraya Checo de Álvarez, cofundadora de la Fundación, y Llini Jorge de García, presidenta del Voluntariado Ciudad Santa María, institución en la que se ofrecen cursos técnicos en tres áreas; informática, inglés y administración tributaria. Asimismo, dentro de dos años tienen previsto impartir un técnico en artes y otro en aplicaciones de teléfonos inteligentes.
La estancia infantil se creó con la idea de que muchas madres solteras que trabajan en la zona franca, en diferentes empresas, puedan dejar a sus hijos y tener la oportunidad de trabajar y ayudar con el sostén económico de sus familias, dejándolos en un lugar seguro, donde tienen disponible una enfermería y, además, se les da estimulación temprana a los niños pequeños.
Las madres que dejan sus hijos en la estancia infantil dan un aporte de RD$150 al mes, como una contribución para ayudar con el mantenimiento del centro, donde actualmente se atiende a 230 niños.
La escuela primaria, donde hay 645 estudiantes, es de tanda extendida y es donde se imparte el inglés, que se ejecuta en coordinación con la fundación Cambridge Publishing y patrocinado por la Embajada de los Estados Unidos.
En esa escuela, además se les instruye a los jóvenes sobre la importancia del reciclaje y del cuidado de los recursos naturales. Esas iniciativas forman parte de los cinco ejes fundamentales sobre los que trabaja la fundación que son: asuntos educativos, comunitarios, de salud, de espiritualidad y de autosostenibilidad.
Al terminar los estudios, se ofrece a los egresados pasantías en diferentes instituciones que apoyan a la Fundación, también ofrecen becas a los tres estudiantes que se gradúen con las mejores calificaciones.
Labor comunitaria
Soraya Checo de Álvarez y Llini Jorge de García consideran que los logros que ha tenido la Fundación han sido gracias a la colaboración que han tenido por parte de empresarios, también del Gobierno e instituciones que creen en el trabajo de Ciudad Santa María.
Esas acciones no se han limitado al campo de la educación, en las comunidades, a través del Club Rotario han construido baños y cloacas y se han pintado las fachadas de muchas casas.
La Ciudad Santa María fue fundada hace ocho años por el padre Juan Patricio Azcona, quien ideó el proyecto para aminorar la pobreza y el subdesarrollo en varias zonas de Santiago.
A pesar de que han logrado crecer, debido al apoyo recibido por los empresarios de la zona y por el gobierno, esta institución ha creado alternativas para que la institución sea cada vez menos dependiente de las donaciones y pueda autosustentarse.
Uno de esos proyectos es el que han llamado “Cisama textil”, el cual tiene ocho meses de haber sido puesto en funcionamiento.
Para esto, la fundación reunió a un grupo de mujeres de la Iglesia, y a madres de estudiantes del centro. Durante un año y medio las formaron en técnicas de bordados de ropas y manteles. A partir de ahí, hace ocho meses se creó una línea textil, trabajada por esas mujeres. Ellas bordan y hacen los diseños.
Soraya Checo de Álvarez, vicepresidenta de la Fundación, explica sobre algunos de los productos que las mujeres en la institución confeccionan: “Tenemos una línea de bebés, de sabanitas y de ropitas que se usaban en otros tiempos. Además de artículos retro que queremos volver a ponerlos de moda”.
Esas señoras están desde hace ocho meses aumentando los ingresos de sus familias, mediante este trabajo y la fundación también genera recursos para mantenerse.
De acuerdo con Soraya Checo, Ciudad Santa María ha tenido un gran impacto social en la zona, causando una disminución del nivel de delincuencia y el aumento de la esperanza de los niños y de la comunidad. También asegura que la economía de la zona ha mejorado mucho.
Tienen la misión de hacer crecer el proyecto y llevarlo a otros puntos del país.
Wander Santana
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