El Metro

El Metro de Santo Domingo es una de las obras más importantes que se han construido en el país en beneficio de la clase trabajadora.

Tenemos la obligación de preservarla.

La población ha tenido un comportamiento excepcional desde la puesta en operación de la obra, al punto de que se habla de una “cultura Metro” de comportamiento distinto al que se observa cotidianamente en nuestras calles.

Por eso, se caía de la mata la puesta en ejecución de un reglamento que ordenara por medio de una norma, el comportamiento aceptable dentro de las instalaciones de ese sistema de transporte.

A los dominicanos muchas veces se nos olvida que el primer derecho ciudadano es el derecho a vivir en paz, sin ser importunado en su desplazamiento o en la quietud de su hogar. Por tanto, las regulaciones que impiden el uso del Metro como plataforma política o religiosa tienen completo fundamento en el derecho de cada persona a no ser molestada, porque como dijo Juárez: “El respeto al derecho ajeno es la paz”.

La gente sensata apoyará las regulaciones positivas del Metro.

Diario Libre

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