País de leyes de dos caras

En nuestro querido país, las leyes y los contratos, como la luna, tienen dos caras: una que se aplica y otra que no se aplica.

Existe una ley de tránsito que se le aplica a los conductores privados, pero no a los choferes de vehículos públicos.

Existen leyes de impuestos que pagan los negocios formales, pero no los informales.

Existen multas que se aplican a los civiles, pero no a los militares ni policías.

Existen contratos de energía que pagan los que siempre pagan y no los cumplen los que nunca cumplen.

Se puede hacer una lista interminable de leyes, contratos, sentencias, resoluciones que están en los anaqueles y que sólo una parte de la población cumple, mientras otra parte no les hace caso.

Lo bueno de todo es que esos mismos que violan impunemente las leyes y los contratos, cuando van al exterior son obedientes fieles de todas las normas y disposiciones.

Por eso, lo que nos falta es autoridad para aplicar la ley sin distinciones, para que finalmente comprendamos que sale más barato cumplir la ley que vivir al margen de ella.

Diario Libre