Un error inmaduro

El gobierno de Nicolás Maduro tiene que estar muy débil para que le preste atención a los pronunciamientos de alguien que él mismo llama “un borrachón”.

El gobierno de Maduro debe sentirse muy inseguro si un “borracho” en el exterior le preocupa al extremo de lanzar un cubo a un gobierno amigo que, además, ha hecho de todo para mantenerlo en el poder, incluyendo maltratar a los que salen huyendo de su dictadura, olvidando la solidaridad elemental que le debemos a los venezolanos.

Ha hecho bien el Gobierno dominicano en responder la última tirada del presidente Maduro. No es la primera acusación de conspiraciones desde nuestro país que han sido refutadas no solo por las investigaciones de los organismos de seguridad, sino por la realidad misma de que nada ha pasado.

Demuestra inmadurez el presidente de un país tan rico como Venezuela y que era una de las democracias más estables de la región, al perder su tiempo denunciando supuestos intentos para derrocarlo. De hecho, si lo derrocan no será la obra de un general en el exterior, sino de las fuerzas internas.

Diario Libre