Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Herramientas
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Béisbol Dominicano
Béisbol Dominicano

El deporte como herramienta para que dominicanos accedan a becas internacionales Diálogo de sordos

Expandir imagen
El deporte como herramienta para que dominicanos accedan a becas internacionales
Diálogo de sordos

Tradicionalmente, la mayoría de los jóvenes que practican un deporte lo hacen por dos razones básicas: pasión por un deporte específico o para pasar un buen rato haciendo algo divertido. Pero es importante recordar que las habilidades deportivas también pueden servir como herramienta para acceder a una beca universitaria internacional..

Existe una gran cantidad de universidades internacionales que buscan reclutar talento deportivo con la finalidad de mejorar la competitividad de sus equipos. El mejor ejemplo se evidencia en las universidades americanas, las cuales tienen un aproximado de 500 mil estudiantes-atletas en todo el sistema .

Estos estudiantes tienen la oportunidad de recibir becas deportivas con el objetivo de que pongan sus habilidades al servicio de la universidad, participando de las competencias interuniversitarias y al mismo tiempo, estudiando sus licenciaturas durante el periodo tradicional de 4 años.

Dentro del sistema universitario americano, existen tres ligas principales: la National Collegiate Athletic Association (NCAA), la National Association of Intercollegiate Athletics (NAIA) y la National Junior College Athletic Association (NJCAA ). Existen más de 20 deportes que pueden ser practicados, dentro los cuales se encuentran basketball, volleyball, baseball, soccer, tennis, natación, atletismo y golf. Cada una de estas ligas está conformada por una cantidad de universidades, las cuales se dividen en varias categorías.

En base a esto debemos afirmar que las oportunidades de becas deportivas son una realidad para los dominicanos. Por tanto, si queremos aprovechar estas oportunidades, existen algunas recomendaciones que debemos tomar en cuenta.

En primer lugar, habilidades deportivas competitivas pueden ser adquiridas si empezamos a tiempo; nadie nace siendo el mejor jugador de un deporte, sino que con determinación, compromiso y práctica cualquier estudiante puede llegar a conquistar un nivel deportivo que le permita continuar una trayectoria deportiva exitosa.

En segundo lugar, si me interesa explorar la oportunidad de becas deportivas, debo saber que un estudiante-atleta que busca practicar un deporte en universidades americanas debe someterse al proceso de admisión de dicha institución; esto significa que debe poseer las habilidades académicas necesarias para balancear su rol como estudiante y como atleta al mismo tiempo.

Finalmente, el proceso de obtener becas deportivas empieza lo más antes posible en el ciclo de formación de educación media; el momento ideal para empezar el proceso es en la transición de segundo a tercero de bachillerato (de la nueva escala de educación media), ya que le permite al estudiante fortalecer sus capacidades académicas y habilidades deportivas orientadas hacia aprovechar las oportunidades de becas deportivas que existen para cursar programas de grado en el extranjero.

Me sorprende mucho seguir en los medios la polémica entre la declaración reciente de los obispos y la ADP acerca de la orden departamental 33-19 del ministerio de Educación (Minerd).

Es cuestión de tener clara la terminología. Ni los obispos ni ninguna institución pueden estar en contra de la necesaria promoción de la igualdad de derechos de mujeres y hombres. En este país, como en muchos otros, se han conseguido grandes avances en esa equidad de género pero, por desgracia, como bien resalta la ADP, queda mucho pendiente por hacer y es importante y necesaria la educación de niños, jóvenes y adultos en esa dirección. Por desgracia, el machismo forma parte, todavía, de la cultura social.

Cosa bien distinta es la llamada “cultura de género” que pretende, sin fundamento biológico, ni antropológico, establecer que las personas no nacen con un sexo definido, sino que son el entorno social y sus propias decisiones quienes definen el sexo de cada persona. Las consecuencias de esta llamada “cultura de género” son devastadoras para los niños y adolescentes en etapa de maduración, para el entendimiento del matrimonio como de personas de sexo diferente y para el concepto de familia.

Claro que en la enseñanza de los niños se debe explicar claramente la igualdad, equidad, de género: hombres y mujeres tienen los mismos derechos. Pero no se puede enseñar que las personas nacen con género indefinido, tal como pretende la “cultura de género”.

Una cosa muy distinta sería si el Ministerio de Educación pretendiera difundir la “cultura de género” de forma oculta y solapada, bajo la apariencia de equidad de género.

TEMAS -