Firmes y serenos

La negociación es un proceso dinámico en el que cada interlocutor tratará de lograr la mejor parte sin aniquilar a la otra.

Esto es fundamental entenderlo, porque una negociación no es una guerra en la que el objetivo es derrotar totalmente al enemigo. En las negociaciones las partes reconocen sus derechos y pactan una solución conveniente para ambas.

Como se trata de lograr la mejor posición posible, al inicio de las negociaciones se dan situaciones complicadas que aparentan inflexibles o irreconciliables, pero todo esto es para sentar las bases para una mejor posición negociadora.

Un buen negociador es aquel que prepara bien su caso, que establece claramente sus objetivos (qué aspiro a conseguir y de qué punto no puedo bajar) y que utiliza mejor sus armas durante el proceso.

Por supuesto, en el proceso de negociación se pueden presentar situaciones en las que sea necesario una pausa en las negociaciones, ya sea porque el clima se haya enrarecido o para dar tiempo a consultas.

En todo caso, como se dijo, es un proceso dinámico, sujeto a numerosas eventualidades.

Traigo todo esto a colación porque a pesar de las declaraciones tremendistas de parte y parte, el Gobierno dominicano y la Barrick Gold están obligados a negociar un nuevo trato y a mantener las mejores relaciones durante el proceso.

Si hemos de creer a la Barrick, ésta vino para quedarse y el Gobierno tiene interés en mantener un clima atractivo de negocios para la inversión. No nos desesperemos.

atejada@diariolibre.com