Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
opinion

Hacer lo que nunca se ha hecho: Acabar con el ruido

A muy pocas semanas de la concepción, la criatura nonata desarrolla el oído. Dependiendo del entorno donde vive la embarazada, el producto que lleva en su vientre, recibe los efectos del sonido que le rodea. En los países donde hay respeto, existen reglas de convivencia que nunca son violentadas. Hay estadísticas que han demostrado que la exposición permanente al ruido o a "composiciones musicales" sin calidad, hace que las personas sean más agresivas, favoreciendo escenas familiares muy desagradables.

Mi ex profesor de historia del arte, arquitecto Miguel Hernández, cuando estudiaba en Bruselas, vio un amigo que iba por la acera opuesta a su caminata, coloca sus dedos en los labios y silva fuertemente; todo el transeúnte y hasta el policía se detuvo, lo miraron desconcertados, alguien había violentado la paz de la calle. El Profesor Fals, músico cubano formador de directores sinfónicos, en Bucarest, voceó en el edificio donde se encontraba a otro compañero distante de él varios pisos más arriba, consiguió una multa que debió pagar, por maltratar el silencio reinante. Durante la celebración de la copa mundial de fútbol en Alemania, la ciudad anfitriona, permitió el bullicio solo en el terreno de juego. Debido a la cantidad de personas que visitaron Alemania y por la incapacidad de recibir a todos en cada campo, colocaron fuera grandes pantallas, se permitió la celebración de las jugadas en un radio no mayor de 200 metros. Por lo demás, la ciudad debía permanecer en calma, sin bocinas, sin música festiva y mucho menos ventaneos fuera de los sitios permitidos.

¿Podría ser así en nuestro país? Los partidos políticos, sus candidatos y acólitos, hacen mucha bulla con sus estridentes bocinas; comportándose como salvajes, creen ganan más votos. ¿Quiénes los siguen? Los de siempre, el pobre que va con el que le pague, el paupérrimo pueblo que por su ausente educación, es manejado antojadizamente por el aspirante de turno, llenando guaguas, repartiendo dinero, despilfarrando recursos.

El ruido a nadie le importa, hablamos alto por nuestra falta de educación, aunque tengamos título universitario. Nos creemos con derecho a hacer fiesta estridente en nuestra casa y terminarla cuando nos venga en ganas. Hacemos ruido con la bocina de nuestro carro, con los acelerones nocturnos, con la Harley disparadora de alarmas, con los explosivos fuegos artificiales frente al hospital militar al terminar algún concierto. El ínfimo grupo que se ha divertido expone a toda una ciudad que duerme, a enfermos terminales, a personas nerviosas, al bullicio extremo de fuertes explosiones, porque celebran. El gozo particular sobre el suplicio colectivo.

Se habla de ruidos innecesarios, pero ¿cuál es el necesario? ¿La estridente alarma, el religioso o el anunciador ambulante, el camión que descarga o aquel que "recoge" basura, el colmadón que nos suple, los fieles que cantan, el perro que ladra sin parar, el motorista delivery, el constructor de un edificio?… ¡uf! Somos el quinto país del mundo en producción de ruido, … ¡Qué orgullosos estamos! A las sirenas de bomberos, ambulancias y policías pocos le ceden el paso, mejor corremos tras ellos. Sólo un avezado franqueador hace que le abran paso al funcionario público, con mucha prisa, por encima de todos los que llevamos prisa. Decía mi tío Juan, "cuando quieras ver un pedazo de excremento volando, coge un cualquiera y dale mando". Afortunadamente el estilo del gobierno actual, ha reducido la parafernalia del traslado de funcionarios públicos.

No pensar en los demás es el común denominador de cada uno de nosotros, hacer ruido no escapa a nuestro ADN, quizás un reducido grupo de personas piense como yo. Leí en Internet acerca de un gatito que dice: "edificios inteligentes, celulares inteligentes, autos inteligentes, electrodomésticos inteligentes, y a seguidas razona,… no es mejor invertir más en educación y tener gente inteligente". Eduquemos primero a los que educan y luego estarán preparados para educar. Mientras, tengo la idea de hacer una pancarta que pueda llevar en el carro para mostrarla constantemente, porque cuando manejo, recibo múltiples imprudencias por cuadra avanzada…. "Por la actitud de personas como usted y de las autoridades que nos gastamos, es que requerimos otras cosas más que el tan invocado 4%".