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¿Qué ha hecho cambiar tanto a los seres humanos?

Unos dicen que venimos de Dios, otros que solo del vientre de una madre e investigadores dicen que venimos de un ratoncito blanco al que inyectan con determinadas sustancias y entonces su corazón reacciona de una forma, su hígado de otra y sus intestinos de desgastan, por lo cual no debemos usar lo que ellos usan para esos animalitos. Otros dicen que venimos de los monos. Y ahí solo hay que ver la cara de algunos para darse cuenta que vienen de ahí.

Los creyentes dicen que Dios hizo al hombre, y supongo que también a las mujeres, de la tierra. Y ya humanos, Eva le dio una manzana a Adán que él saboreó con ganas y Dios y los tiró del cielo. Luego nacieron Caín y Abel ¿Y no mujeres? Pero bueno, eso es una historia poco correcta. Aún así, Caín mató a Abel. Y entonces pienso que estos asesinos, ladrones, violadores, nacen de Caín. Y ahora Dios debe meter su mano en todo este planeta para sacar los caínes y hacer que vivamos en paz y tranquilidad.

No importa si somos descendientes de animales, ni que actuemos como ratoncitos, perritos, serpientes. No todos los animales del mundo actúen con violencia para conseguir su comida y defenderse, lo que sí es fatal que los hijos de padre y madre no actúen con decencia, con responsabilidad y que no maten, no roben, no actúen con violencia. No tenemos cuatro patas como los animales, pero lo que deben hacer los violentos, asesinos, ladrones, corruptos, es actuar como un gatito, unos perritos, un ratoncito y hasta de una serpiente de la que desciende, y más aún si vienen de las manos de Adán y Eva solo deben actuar con dignidad. Y si saben que vienen de las manos de Papá Dios, mejor aún, ser el mejor ciudadano del país en que nació y del que se han nacionalizado.

Ahora sabemos que muchos de los ciudadanos son un barril sin fondo y no se sabe ni se entiende por qué cambian de un día para otro. Yo le pido a Dios que se apiade de nosotros, los que no podemos salir a la calle por la noche, y muchas veces ni de día, los que trabajamos y ganamos solo un dinerito y a pesar de los pesares nos sentimos tranquilos. También le pido que haga a todos los seres humanos tan fuertes como los caballos, tan honrados como los perros callejeros, tan independientes como los gatos, tan libres como las mariposas, formales como las cotorras y tan inteligentes como los ratoncitos que investigan en los laboratorios.

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