Se nos van las trinitarias

No sé quien, desde el Ayuntamiento del Distrito Nacional, ha perdido la razón. No creo que haya sido David Collado, el alcalde, sino que uno de sus empleados-ejecutivos por aparecer en la TV, en los periódicos, y sabrá Dios si lo que quiere es hacer algo porque no sabe hacer nada y quiere aparentar lo que no es, ha enviado a toda la Zona Colonial a un par de señores que han pedido a los dueños de casas y a todos los que tenemos casas alquiladas, que quiten de las calzadas todas la matas que adornan ricamente este lugar.

Ese “fulano” no se ha dado cuenta que las trinitarias son parte de nuestra Patria, que los héroes de nuestra independencia las usaron como símbolo de su trabajo, pues se reunían tres a tres nuestros independentistas. ¡Oh mi Dios...! Espero de David Collado, a quien quiero como a un sobrino, pues su padre, sus tíos y tías y sus abuelos, vivíamos casa a casa en Moca, y su padre, que lleva su mismo nombre, nos queremos como hermanos.

Y no solo se van las trinitarias con el argumento de que pican a los niños, sino también todas las hermosas matas que cubren estas calles con su aroma y su belleza. Hay trinitarias por todo Santo Domingo y esta tremendidad de borrarlas es un delito. Quien lo ha pedido no sabe de la historia nuestra ni un chin. Pero bueno, llamo la atención de David Collado, el alcalde, para que vea con sus propios ojos lo que se va a hacer. ¡Dios los perdone...!

Lo que sí hay que hacer, entre todos los ciudadanos, maestros, padres y madres, diputados, senadores, Presidente y Vicepresidente, empleados públicos y privados y todo el que viva dentro o fuera de este país, es buscar una solución para que no haya asesinatos. Decirles a los niños y niñas desde muy pequeños que matar es un grave delito, y más que nada, ni a nadie, que a todos los ciudadanos, que hacer eso es tremendo y que cubre a cada uno con una sentencia de maldad y quien lo hace es una persona cuyo cerebro no funciona bien. Los asesinatos aparecen cada día ciento por ciento en periódicos, TV, y en todas partes y eso nos dice a todos que hay que buscarle soluciones previas, y que la trinitaria es nuestro símbolo de vida dominicana y el asesinato es un crimen que nos hace ver como despreocupados por la vida.

Ligia Minaya