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Los niños y adolescentes delincuentes: ¿qué hacer?

Naturalmente que la Sociedad Dominicana, no sólo la de Naco, Los Cacicazgos, Piantini o Arroyo Hondo, sino también el Capotillo, Cristo Rey, La Puya y Los Frailes, donde hay igual que en el grupo anterior de sectores gente trabajadora, honorable, que viven plenamente su Fe cristiana y sus valores aprendidos de sus amtepasados..., al igual que cientos de sectores y ciudades del interior azotadas por el tigueraje y la delincuencia, no vamos a esperar que los cambios prometidos por nuestros dirigentes políticos del actual Gobierno produzcan reformas y surjan esas condiciones de empleo, de nivel educativo adecuado, de mejoramiento de los servicios de Salud, de reducción de la pobreza, y de resurgimiento de valores familiares vuelvan, para que se frene esta ola de violencia y de derrumbe del principio de autoridad y afán de hacerse rico en un año que predomina entre nuestros jóvenes de todos los estratos sociales.

No Señor, esa espera NO.

No estamos dispuestos a esperar ese renacimiento de ese hombre y esa mujer nueva que todos anhelamos. Lo verán nuestros tataranietos, si es que se da eso... pero los que hoy vivimos y viviremos, si Dios lo permite, 5 o 10 años mas necesitamos ver YA un escarmiento y el inicio de un proceso que puede durar 50 o 60 años.

No estamos dispuestos a seguir viendo adolescentes de 14 y 16 años cortando cabezas o pegando un tiro mortal por la paga de 500 pesos para la droga del consumo del día (porque ya esta demostrado que nunca es para la leche de sus hermanitos ni para la medicina de la mamá. No roban ni cometen fechorías para esos fines) Es para la droga del día o para el romo del patrón del MAL para el cual trabajan en la bandita a la que pertenecen.

Esos jefecillos saben que estos niños o preadolescentes están cubiertos por un Derecho Penal blando y los empujan a cometer atrocidades. Caben por donde no caben ellos y son castigados por una décima parte de la pena que les podría ser aplicada a ellos por el mismo delito.

¿Y quienes son estos niños y pre o adolescentes a que me refiero? Son niños que no fueron a la escuela o que fracasaron en ella. No tuvieron hogar ni padres responsables. Sus madres se la buscan en las calles y sus padres (a quienes quizás nunca conocieron) no dieron la cara por ellos NUNCA y si vivieron con ellos circunstancialmente los maltrataron y los obligaron a salir a la calle a buscárselas...

Aprendieron muy temprano a arrancar la supervivencia donde la encontraran, a la buena o a la mala. Finalmente, encontraron una escuela de la vida dirigida por un patrón del mal que les dio identidad, reconocimiento social, status y garantía de que "no te va a pasar nada" y "vas a tener todo eso que tú ves que sale en la TV y que tienen los hijos de los ricos, pero tienes que arriesgarte, no le puedes tener miedo a nadie".

Esos niños y adolescentes evocan compasión y protestas entre las ONGs y los organismos internacionales que viven en la luna y hasta en algunos profesionales de la salud mental y cultos periodistas que se lanzan a criticar y hablar plepla sin dar soluciones sensatas de efecto inmediato. Se limitan a la misma solución: empleo, educación, salud y otras cosas cuyos frutos se ven en 80 años.

Yo no voy por la línea de elevar las penas a menores para jondiarlos en Najayo o en la Victoria a pasarse años para salir mas monstruos de lo que son ahora, gracias a los profesores de la maldad con quienes pasaran esos años de entrenamiento. A lo que me refiero es que mientras se mejore la vida de los dominicanos (sueldos, empleos, educación, mejoramiento de la estructura de familia en los dominicanos), a estos niños salvajes (sin padres, sin madres, sin familia, sin amor, sin auto-estima y con un índice de rechazo alto de quienes debieron amarlos y protegerlos, amarles y formarlos, sin haber internalizado nunca en sus conciencias el principio de autoridad ni el orden) sean conducidos en los mismos inicios de la vida delictiva a cumplir sentencias variadas de 1, 5, 10 o 15 años (según los delitos) en centros de acogida tipo kibbuts, Ciudad del Niño, Reformatorio (en sus diversas modalidades) y cuyos formadores sean militares o policías entrenados para esas instituciones, religiosos, educadores, parejas de esposos voluntarios, etc., y que estén equipados para recibir entrenamiento tipo politécnicos y reciban una formación técnico-vocacional larga y socio-psico-educativa que incluya deportes duros, terapia de grupos, formación afectiva, en valores y en la fe (dentro de nuestras tradiciones cristiana y evangélica).

Esos niños no hacen nada en la calle: nadie los quiere, ni siquiera sus propios padres o familiares. La única identidad como personas las van a internalizar de quien los adopte como miembros de sus pandillas, como si fueran miembros de esas sectas religiosas extremistas al estilo los maras centroamericanos.

Mi Amigo Danilo, ¿qué le parece esta inversión, aparte de los túneles, trenes, metros y carreteras que Ud. está logrando con el aplauso de todos, empezando por el mío que no soy de su partido? ¿No cree que esto sería lo que nunca se ha hecho? Que esté claro que el día que adolescentes condenados a pasarse 10 o 15 años en estas granjas sin poderse escapar aprendiendo a ser personas para que salgan ciudadanos útiles a la sociedad y aptos para ganarse la vida decentemente, empezaremos a tener otro tipo de país.

El país esta lleno de gente buena, deseosa de dar amor, cariño y sobre todo su tiempo. Lo demuestra la presencia de voluntariados en casi todos los hospitales públicos y semi-públicos. Habrían cientos de universitarios y gente joven de carreras relacionadas con la educación, la psicología, la sociología y seminaristas y religiosas que hacen carreras para ser sacerdotes y monjas que con gusto donarían 2 o 3 horas semanales para estar con esos niños o adolescentes, a enseñarles a tocar guitarra o algún instrumento musical, a acercarse a la FE. Pienso en todos esos movimientos de evangelización que existen en las iglesias. Pero para eso tiene que haber patronatos fuertes de gente responsables que se encarguen de dirigir la parte de formación humana en coordinación con las autoridades de cada centro. ¡Manos a la obra Presidente Danilo! Tome la batuta de este movimiento renovador y reformador de niños y adolescentes que se están perdiendo en la delincuencia.