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Margaret Thatcher: La dualidad de una mujer singular

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Margaret Thatcher: La dualidad de una mujer singular

La mujer que marcó un antes y un después en el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte y en la comunidad internacional, falleció el pasado 7 de abril de 2013. La ex Primera Ministra, a quien le tocó liderar la tradicional potencia europea, dejó un recuerdo significativo para algunos y negativo para otros.

The Iron Lady o La Dama de Hierro, como se le definió en los últimos años de su gestión, impuso un carácter personal y estilo que no se enmarcaba con el esquema político y social establecido en el sistema consuetudinario de su país, ni con el resto del continente europeo, por lo que fue querida por algunos y odiada por otros, o bien, aceptada y rechazada al mismo tiempo.

Su fallecimiento deja ese mismo choque de emociones encontradas que definen la dualidad de una mujer singular. Personalidades y líderes como su Santidad Francisco I, Barack Obama, Mijail Gorbachov, Henry Kissinger, entre otros, la han definido como una política de gran tala que promovió cambios significativos para el fortalecimiento de la democracia y la libertad en el concierto de las naciones.

Su gran aliado, el ex presidente de los Estados Unidos de América, Ronald Reagan, al referirse a ella, dijo: "El mejor hombre de Europa".

Le tocó un contexto internacional bastante difícil, el período de la Guerra Fría entre los Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), actual Rusia, y tuvo a su cargo (aun en contra de los lores) la difícil decisión de declarar la guerra a Argentina por el dominio de las Islas Malvinas; tema que hoy resulta lacerante para los argentinos que recuerdan tanto a sus víctimas como la pérdida de estos territorios actualmente en disputa y en el tapete de los discursos políticos de ambos países.

Aunque la guerra y el uso de la fuerza están prohibidos en el moderno derecho internacional, lo cierto es que el triunfo de Gran Bretaña en este conflicto armado fue lo que promovió un cambio hacia lo interno en Argentina, ya que aceleró la caída de los regímenes dictatoriales de militares y promovió el inicio de la democracia en ese país.

Los estrechos lazos de amistad que mantuvo con Ronald Reagan y Mijail Gorbachov, aceleraron la caída del comunismo en la URSS y de Europa Oriental y, por ende, el fin del período de la Guerra Fría y el rediseño de Europa.

A Margaret Thatcher, se le considera un segundo Winston Churchill, el ex Primer Ministro de Inglaterra en los períodos 1940-45 y 1951-55, quien fuera un notable estadista, orador, escritor, historiador y artista; el único Primer Ministro británico que ha recibido un Premio Nobel en Literatura.

Al igual que Margaret Thatcher, coincidió con un contexto internacional complejo, fue la época de la Segunda Guerra Mundial y la caída de la Alemania Nazi de Hitler. Sus estrategias políticas hacia lo interno y externo de Gran Bretaña fueron fundamentales para que los aliados obtuvieran la victoria en 1945 y, con su triunfo, iniciarían los esfuerzos para la creación de una nueva organización internacional que con el apoyo de los vencedores se pretendió que fuera más incluyente y sostenible en el tiempo. El resultado fue la actual Organización Internacional de las Naciones Unidas (ONU).

La Dama de Hierro, como toda mujer tuvo su esposo e hijos. Tal vez los mantuvo distantes de su accionar político, pero siempre reconoció y valoró el significado de la familia como buena católica que fue, según expresó el Papa Francisco. No obstante, es curioso observar que en este punto familiar ella no fue tan conservadora como lo fue en su partido político o en su gestión como primera ministra, más bien, se le ha criticado por el desapego que mantuvo con sus hijos.

Fue una defensora de los derechos de la mujer y, en éste sentido, es importante señalar que las demandas y conquistas logradas por los movimientos feministas hasta entonces, se vieron ejemplificados en su imagen, ya que tuvo que ponerse pantalones para poder romper ese status quo que definía el rol de la mujer. Es a partir de Margaret Thatcher que las nuevas Jefas de Estado y de Gobierno, como es el caso de Michelle Bachelet, gobernarían sin tener la necesidad de ponerse pantalones y demostrar que sí podían lograr el cumplimiento de sus funciones.

Es oportuno recordar que existe una frase memorable de la vida pública de Margaret Thatcher, que dice: "Si quieres decir algo, pídeselo a un hombre, pero si quieres hacer algo, pídeselo a una mujer".

La historia continuará su proceso irreversible como todo en la vida y será la misma historia, a través de su desarrollo en el tiempo, la que se encargará de seguir juzgando sus aciertos y desaciertos, su legado y no legado, lo que hizo bien y lo que hizo mal. Por eso, lo dejo en sus manos.