No hay preparación para el olvido

Leonel está sintiendo el fastidio de la calle

Los enemigos políticos de Leonel fueron los primeros en hablar de "la soledad del poder" cuando todavía estaba vivito coleando su mandato.

Se adelantaron, como siempre.

Sus seguidores no fueron menos y le hicieron saber antes de tiempo que contaba con su respaldo. Para las buenas y para las malas.

Vale recordar el documento de un grupo de senadores del PLD, que no fueron todos, pero que pudieron haberlo sido.

El tema fue recurrente, y siempre se decía que no, que esa no era una enfermedad que padeciera o de la que pudiera morirse.

Tenía esposa e hija peque-ña, incluso nieta, a FUNGLODE y una legión de incondicionales, entre ellos su hijo y canchanchan Félix Bautista y el nuevo legionario Francisco Javier, dispuesto a encabezar las nuevas batallas.

No obstante, y por lo que se ve, la soledad llegó, y no la de Rolando Laserie (Oye, Soledad), sino la de Leonel. La calle no lo quiere, y ese es un fastidio para el cual no se preparó.

Los amigos le hacen la ronda, pero no hay forma de alegrar un corazón amargado, cuando como en cumpleaños de pobre no hay bizcocho, y en vez de velitas, velones de muerto.