El horario de los Amet

El pasado jueves a la 1:30 p.m., viví algo singular en un corto tramo aledaño a la 27 de Febrero, donde me detuvo un agente de la AMET, y me dijo que iba en vía contraria. Procedió a la infracción, y todo iba bien, hasta que de repente llamó a otro, y le dijo que terminara de poner la multa porque su horario había concluido. Se marchó con la prisa del que huye de un suplicio, con el agravante de que el nuevo Amet, como si de mortificar se tratara, pidió todos los papeles del vehículo, tal vez para comprobar si era robado. Lo relato no como denuncia o queja, sino porque es probable que esos infelices estén trabajando hasta la extenuación, con horarios extendidos bajo un calcinante sol y, lo peor, con salarios de miseria.

Nelson Rodríguez