"Salvedades puntuales"

Las agencias de prensa enviaron un primer despacho a las 9:00 de la mañana. Las FARC anunciaban que "hemos llegado a una serie de muy importantes acuerdos, demasiado importantes". Pasaron varias horas hasta que conoció la opinión de los negociadores oficiales: eran ya las 2:00 p.m., cuando el Gobierno colombiano y sus Fuerzas Armadas anunciaban el acuerdo en tema de tierras que se habría logrado en la cumbre de La Habana.

Después, fueron llegando las expresiones de entusiasmo. Para Santos, "un paso fundamental". Para el presidente del Senado, Roy Barreras, "un paso irreversible". Para Maduro, "histórico". Piedad Córdoba, "feliz", pidió que se reconozcan los derechos de los campesinos. Humberto de la Calle, jefe de los negociadores colombianos aseguró que el acuerdo suponía una transformación radical del campo...

Y en eso estaban todos, cansados pero satisfechos, felicitándose por la prensa, cuando a las 5:00p.m. llegaba una nueva declaración de los terroristas. Sí, es un gran paso, aseguraban las FARC, "aunque hay "salvedades puntuales" que deberán ser retomadas antes de concretar definitivamente la paz."

Y así, con dos palabras resembraron la duda que nunca se despeja. ¿Por qué creer que grupos que han sometido al pueblo colombiano a décadas de terror y muerte entienden la vida en democracia? ¿Cuánto vale la palabra de un terrorista? ¿Qué, cuánto, por qué debe ceder un Estado ante un asesino?

¿No debe una democracia defenderse de los que quieren destruirla?

IAizpun@diariolibre.com

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