Todo cambia menos ellos
Diario Libre
Quizá los alcaldes del Gran Santo Domingo sientan que es un éxito haber alcanzado un acuerdo para el manejo del vertedero de Duquesa.
No lo es: llega tarde y es un acuerdo raquítico. No es más que una estrategia de comunicación para salvar la foto. No está claro quién y qué ha ganado.
Habría esperanza si, por ejemplo, los desacuerdos fueran sobre el método de reciclaje más adecuado o sobre la aplicación de los últimos avances en descontaminación urbana. Pero los ciudadanos estamos acostumbrados a que siempre subyazca un problema de una comisión que alguien quiere y no tiene. Eso es lo que siempre detiene la recogida de basura.
Los políticos se han quedado atrás y se desenvuelven en sus funciones como si el tiempo se hubiera parado hace cincuenta años. El papel de los políticos ha evolucionado; ellos no.
La vida corre veloz, exigente y áspera, pero fascinante. Los ciudadanos tenemos la presión de avanzar, la necesidad de crecer y nos desespera ver cómo ellos, los responsables de administrar la vida pública, retrasan o impiden la solución de problemas que hace tiempo debieron haber solucionado. Los "políticos" usurpan su cargo, indispensable para la democracia.
La ciencia, las comunicaciones, los viajes, la tecnología... conspiran para que el mundo sea distinto. Obligatoriamente los políticos tendrán que asumir que deben cambiar, que lo que les ha funcionado hasta ahora ya nos está ahogando a los demás.
IAizpun@diariolibre.com
No lo es: llega tarde y es un acuerdo raquítico. No es más que una estrategia de comunicación para salvar la foto. No está claro quién y qué ha ganado.
Habría esperanza si, por ejemplo, los desacuerdos fueran sobre el método de reciclaje más adecuado o sobre la aplicación de los últimos avances en descontaminación urbana. Pero los ciudadanos estamos acostumbrados a que siempre subyazca un problema de una comisión que alguien quiere y no tiene. Eso es lo que siempre detiene la recogida de basura.
Los políticos se han quedado atrás y se desenvuelven en sus funciones como si el tiempo se hubiera parado hace cincuenta años. El papel de los políticos ha evolucionado; ellos no.
La vida corre veloz, exigente y áspera, pero fascinante. Los ciudadanos tenemos la presión de avanzar, la necesidad de crecer y nos desespera ver cómo ellos, los responsables de administrar la vida pública, retrasan o impiden la solución de problemas que hace tiempo debieron haber solucionado. Los "políticos" usurpan su cargo, indispensable para la democracia.
La ciencia, las comunicaciones, los viajes, la tecnología... conspiran para que el mundo sea distinto. Obligatoriamente los políticos tendrán que asumir que deben cambiar, que lo que les ha funcionado hasta ahora ya nos está ahogando a los demás.
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