Alcohol, ¿qué es moderación?

A todos nos han recomendado en esta época comer y beber “con moderación”. Pero, ¿existe una medida específica? ¿Cómo puedo saber si estoy siendo moderado?

El consumo de alcohol se ha identificado como un importante factor de riesgo de enfermedad, discapacidad y mortalidad según un estudio publicado en la revista Lancet.

Cuando pensamos en la ingesta de alcohol, la tendencia es la preocupación por el hígado. Pero según recientes publicaciones la lista de problemas asociados con el alcohol es más extensa. ¿Cuáles? Cáncer, diabetes mellitus, enfermedades neuropsiquiátricas (depresión, ansiedad, euforia), enfermedad cardiovascular (arritmias, “corazón grande”), alteración de hígado y páncreas, enfermedades infecciosas (tuberculosis, sida, neumonía).

Con respecto a la cantidad de alcohol existe cierta controversia sobre la recomendación puntual para toda la población. Pero en general, se sugiere una o dos copas al día dependiendo de la edad y el sexo.

En esta época, el paciente suele hacer dos preguntas muy específicas:

1.- ¿Cuál es la mejor bebida?

2.- ¿Qué cantidad puedo tomar?

Para responder a ellas, debo resaltar primero que en nuestro país la ingesta de alcohol es frecuente, abundante y no sólo ocurre en períodos festivos sino durante todo el año, reconociendo deben tomarse las recomendaciones a continuación de forma sostenida.

1.- No contamos con alguna “mejor” bebida descrita. Pero sí disponemos de información sobre su valor calórico (vino ~120 kcal/copa, cerveza ~100kcals), porcentaje de alcohol (vino~12%, Vodka ~30%), e impacto en la glicemia (azúcar en sangre). Por lo que la cantidad que se ingiera es lo que debemos revisar.

2.- Aunque con limitaciones, la cantidad que se establece es de 1 trago/copa por día para las mujeres y personas mayores de 65 años, o 2 tragos/copas por día para los hombres. Se considerará un bebedor “pesado” aquel que puede tomar hasta 5 tragos en un día.

Actualmente no se recomienda tomar alcohol a diario como una tendencia saludable, y patrones como la dieta mediterránea (que sugiere incluir vino) tienen recomendaciones limitadas para personas con tendencia a la ingesta regular de alcohol.

El beneficio del consumo de alcohol que algunos estudios reportan (ejemplo, estudio EPIC), cuenta con errores estadísticos como el sesgo de selección de pacientes, se resalta que sólo ha mostrado beneficios si el paciente no sufre de ninguna enfermedad.

Para hablar de moderación debemos considerar no sólo la cantidad de alcohol, sino las condiciones propias que limiten la ingesta (ejemplo: la presencia de alguna enfermedad como hipertensión arterial, diabetes, daño renal o hepático). Durante esta fecha, evite combinar excesos de alcohol y comida, pues disfrutar de la Navidad merece que seamos responsables y conscientes de nuestra salud.

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Erika Pérez Lara