Las peripecias de un Latin Lover

SANTO DOMINGO. ¿Qué pasa con un gigoló cuando el dinero se le agota y ha perdido su encanto físico? Esta y otras preguntas existenciales quizás se traten en “How to be a Latin Lover”, la nueva comedia del exitoso actor y comediante mexicano Eugenio Derbez.

Máximo, un hombre que durante su juventud se ganaba la vida seduciendo ancianas ricas, y después de ser abandonado por su esposa de 80 años tras 25 años de matrimonio, se ve obligado a dejar una lujosa mansión para mudarse a un pequeño apartamento con su hermana y su sobrino, donde empieza a aprender cuál es el verdadero valor de la familia.

Esta es la nueva película de Eugenio Derbez, el actor, comediante, guionista, escritor, empresario, productor y director de cine, teatro y televisión mexicano. En otras palabras, como ‘Bugs Bunny’, Derbez juega todas las bases. Derbez inició su carrera en la televisión en México, donde encabezó populares programas como “Derbez en cuando” y “La familia P. Luche”.

En esta producción, Derbez sólo asume el papel principal, y también es uno de los productores, pero “How to be a Latin Lover” también cuenta con un elenco formado por reconocidos actores como Salma Hayek, Rob Lowe, Kristen Bell, Raquel Welch, Michael Cera, y hasta cuenta con la presencia del gran “Weird Al” Yankovic.

La versión de Máximo cuando tenía 22 años es interpretado por Vladir Derbez, hijo de Eugenio. Otro hijo de Derbez, José Eduardo, también aparece en el filme como un camarero en una fiesta. Ambos han sido actores en México desde hace años.

Este filme es la ópera prima de Ken Marino como director, pero él ya ha dirigido episodios de varias series de televisión y también cuenta con una larga y fructífera carrera como actor, comediante, guionista y productor en el cine (“Goosebumps”, “They Came Together”, “We’re the Millers”, etc.) y la televisión ( “Veronica Mars”, Grey’s Anatomy”, “Californication”, etc).

En otras palabras “How to be a Latin Lover” está compuesto por una ecléctica mezcla de talentos, tanto delante como detrás de cámara, y sólo queda ver cuál ha sido el resultado final en una sala de cine.

Joan Prats