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Cuando los internos en “El 28” conocieron a “Cacú”

El documental sobre la conservación de tortugas fue realizado por Marvin del Cid y producido por Diario Libre

Cuando los internos en “El 28” conocieron a “Cacú”
Internos en el Centro de Rehabilitación Psicosocial observan el documental “Cacú”.

—Hoy les vamos a contar una historia muy bonita— le dice el siquiatra Yino Martínez a una treintena de adultos que se atienden en el Centro de Rehabilitación Psicosocial, antes llamado Hospital Psiquiátrico Padre Billini y coloquialmente “El 28”.

—¿Quién conoce la tortuga carey? —le pregunta a una audiencia que le presta atención o está con la vista ida o inquieta.

—Yo —responde una mujer que sufre de bipolaridad. —Y sé que los huevos son afrodisíacos.

El doctor, como si narrara un cuento a niños, aprovecha la referencia de la interna para explicar que pescadores que se dedicaban a capturar esa y otras especies de tortugas, para venderlas y comercializar sus huevos, amenazaban la vida de estos reptiles que anidan en las costas dominicanas.

Les explica que una persona conoció a esos pescadores y se interesó en entender por qué atentaban contra la fauna marina.

—Esa persona que hizo ese reportaje (documental) se llama Marvin del Cid y lo tenemos aquí. Es él, vamos a darle un aplauso.

Desde el día anterior, el fotorreportero Del Cid estaba impaciente. A pesar de que había proyectado su documental en las Naciones Unidas y en festivales internacionales, y ganado tres premios, no sabía cómo reaccionarían personas que son tratadas por problemas de salud mental al audiovisual de 73 minutos titulado “Cacú: un cambio por la vida”.

El documental, producido por Diario Libre, cuenta la historia de cinco pescadores de la playa Manresa, del Distrito Nacional, que pasaron de cazar tortugas para comercializar su carne y huevos al conservacionismo.

—Al final, si tienen alguna pregunta de lo que veamos ahí, la pueden hacer —le dice Del Cid a los internos.

Los pacientes están acostumbrados a ver películas los martes en la mañana, cuando hay cinefórum en el centro. Es miércoles de tarde y los espectadores son unos 34 internos de los 85 que acoge el recinto. Entre estos hay diagnosticados con esquizofrenia o bipolaridad crónica. Uno de ellos tiene 20 años recluido.

Se enciende el proyector y se reproduce el documental. Del Cid mira a la audiencia; quiere ver cómo reaccionan sus rostros. En un momento, sale del salón. Así lo prefiere para calmar su ansiedad.

—¡Shhh! —susurra una interna a sus compañeros, con su dedo índice en los labios, para reclamarles silencio.

Pasados unos 10 minutos de proyección, un interno se inquieta, se para y sale. El resto está absorto viendo imágenes de tortugas, el mar, pescadores...

De repente, la toma en la pantalla es de los huevos de las tortugas.

—Son huevos de codorniz —dice una paciente que antes era secretaria ejecutiva pero su salud mental se afectó y tiene 10 años interna.

Una doctora le explica que no son huevos de codorniz. La señora sigue mirando la proyección. En un momento, cuando en el documental se expone la venta ilegal de concha de tortuga carey, la mujer dice:

—Es un negociote.

Del Cid entra y sale del salón. En un momento se sienta al lado de una interna que padece de bipolaridad crónica y lleva 12 años en el lugar.

—¡Chulísimo! —le dice la mujer.

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Infografía
Parte de los internos mientras observaban el documental “Cacú”, producido por Diario Libre. (DIARIO LIBRE/MARVIN DEL CID)

En la segunda media hora del documental, los internos están menos impacientes. Uno que otro se para, sale y vuelve.

La analítica interna que fue secretaria ejecutiva, sigue verbalizando su parecer sobre lo que ve. La playa Manresa le recuerda a “Helados Manresa”. Los hoyos en la arena en donde anidan las tortugas y las pequeñas neveras portátiles donde los pescadores guardan sus huevos, los compara con “casitas individuales”.

De repente ve una toma del mar bravío y casuchas destruidas por los vientos del huracán Mathew, que pasó cerca de la costa sur de la República Dominicana en 2016. Observa las viviendas desbaratadas de los pescadores y atina a decir:

—Como Gualey.

Pasan los 73 minutos. La proyección se termina. Los internos aplauden. Del Cid, sonríe.

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Infografía
El doctor Yino Mateo, director del Centro de Rehabilitación Psicosocial, habla con los internos. (DIARIO LIBRE/MARVIN DEL CID)

—¿Qué les pareció el documental? —les pregunta el doctor Martínez.

—Yo lo vi bien callaíta y no me reí mucho —dice una interna que se pone de pies.

—¿Manresa es la única playa que existe en el país con esas tortugas? —pregunta una arquitecta que apenas lleva seis meses interna por bipolaridad crónica.

—No, prácticamente en todas las playas donde hay arena —responde Del Cid. —Casi en todas las playas de la isla anidan los tres tipos de tortugas que ustedes vieron ahí (carey, tinglar y verde).

—¿Y en qué quedaron con relación al desalojo?, porque hay una ley que dice que deben edificar a 60 metros de la playa —pregunta la mujer al referirse a un momento en el documental en el que se presenta la preocupación de los pescadores y otras familias porque el Ministerio de Medio Ambiente les notificó que se deben mudar por violar la ley.

—El Estado puede otorgar permisos para que se desarrollen ciertas cosas dentro de los 60 metros de playa, entonces por eso a ellos se les perdonó porque están haciendo un bien protegiendo las tortugas.

—A mí me pareció la película un gesto muy generoso de su parte porque eso motiva a unos más a hacer lo que ellos hicieron —dice otra interna que lleva dos años en el centro por bipolaridad.

—Me pareció un trabajo con mucho significado porque siempre he criticado que, en vez de invertir montañas de dinero en tratar de localizar otro sitio donde vivir en otro planeta, pues debemos de cuidar el nuestro —expresa la paciente bipolar que lleva doce años interna.

Del Cid está más tranquilo. Los juiciosos comentarios de los internos lo sorprenden. Les comenta más detalles sobre la protección del medioambiente y los daños que causan los plásticos en la vida marina.

—Yo puedo explicarle algo —dice un hombre con esquizofrenia. —Esa película se trata de un grupo de pescadores que pescaban tortugas marinas en el río, en la isla Saona, en Higüey, ¿Higüey es? Entonces ellos se pusieron muy tristes porque un compañero de ellos murió.

Aunque la sinopsis no es tan precisa, Del Cid está satisfecho.

Los aplausos se mezclan con su sonrisa.

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Próximamente “Cacú: un cambio por la vida” se estará proyectando en cines dominicanos.

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Editora de Economía y docente de periodismo. Se ha especializado en periodismo de investigación, multimedia y de datos.