Reina Rosario propone se hagan estudios de historia de las mujeres
La investigadora ingresó a la Academia Dominicana de la Historia
La doctora Reina Rosario propuso a la Academia Dominicana de la Historia que dé apertura a una sección de estudios de historia de las mujeres y resaltó la contribución a la historiografía nacional de la escritora Abigail Mejía.
La investigadora, catedrática de Intec y de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, quien se desempeña como directora del Instituto de Historia y de la revista “Ecos”, pronunció el discurso “Aportes de Abigaíl Mejía a la historiografía dominicana: una feminista volando alto con las alas de Clío”, en un acto efectuado,en el Archivo General de la Nación, donde fue recibida por la directiva de la Academia, como miembro correspondiente nacional de la entidad.
La disertante también le solicitó a la institución ampliar los seminarios de historia local, incluyendo seminarios de historias de mujeres locales.
Igualmente, propuso que se recuperen las obras sobre historia de Abigaíl Mejía; y que se publiquen sus dos ensayos premiados hace alrededor de 70 años en los cuales la intelectual mostró al mundo su alto vuelo con las alas de Clío.
Al inicio de su exposición, Rosario agradeció a todos miembros de la academia por concederle el honor de formar parte de esa gran familia de historiadores e historiadoras.
“El honor de pertenecer a la Academia Dominicana de la Historia lo tomo como un estímulo para ejercer el apasionante oficio de historiadora; un impulso para que día a día me esfuerce más a ver si puedo llegar a formar parte del muy recurrido relevo del cual Emilio Cordero Michel tanto me hablaba. Vaya pues mi presentación como un homenaje póstumo a ese brillante investigador y gran ser humano que fue Emilio Cordero Michel, quien me distinguió con su amistad”, agregó.
En cuanto a Abigaíl Mejía, explicó que deseaba resaltar su faceta de historiadora curtida en el oficio, de la cual se sabe muy poco en el medio dominicano.
“Todos conocen a Abigaíl Mejía como escritora, como sufragista y como pionera del feminismo dominicano. Su incursión en el estudio y divulgación de la historia es casi desconocida a pesar de que sus escritos en esa área del conocimiento obtuvieron premios y reconocimientos tras haber competido con avezados tratadistas del género”, expresó.
Mejía, una ganadora
Rosario recordó que, en 1932, cuando los miembros de la Academia Dominicana de la Historia decidieron celebrar el centenario del nacimiento del padre Meriño no se imaginaron que estaban allanando las condiciones para que una mujer dominicana (Abigaíl Mejía) de temperamento decidido y formación sólida entrara por la puerta ancha al templo donde se adora a la diosa Clío, pues ganó el primer premio con una biografía sobre el prelado.
“Tres años más tarde, en 1936, el Ateneo Dominicano organizó otro concurso de historia, esta vez sobre el centenario del natalicio de Máximo Gómez. De nuevo la misma mujer fue premiada con una Mención Honorífica. La hazaña fue de Abigaíl Mejía”, añadió.
Expresó que las dos obras premiadas de historia de Abigail Mejía no fueron casuales.
“Fueron el resultado de que, para este momento de su vida, ya Abigaíl Mejía se había convertido en una sólida historiadora. Su atracción por Clío y con ello por el pasado, como memoria social de la humanidad, la podemos rastrear en sus escritos a partir de 1918”.
Dijo que en seis artículos agrupado en sus obras escogidas, bajo el título de “Mi tierra”, se muestra ya el sólido dominio de la autora de la historia universal y de la historia patria, y que además de su patriotismo, ella hizo “gala de verdaderos análisis históricos”.
En relación a la “Biografía del padre Meriño”, Rosario expresó que “está escrita con elegancia de forma, profundidad en los planteamientos y amenidad en la exposición de contenido y que resulta didáctica en su estructura.
“Al leerla resalta esa maestría que solo está presente en los grandes biógrafos, porque se ha estudiado tanto al biografiado que se logra entrar en la psique y mostrar sus intenciones y psicología”, puntualizó.