Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Música sinfónica
Música sinfónica

Gala presenta ganadores del concurso de Piano Van Cliburn

Fue auspiciada por la Fundación Eduardo León Jiménez y Fundación Sinfonía

Expandir imagen
Gala presenta ganadores del concurso de Piano Van Cliburn
Kenny Broberg, Yekwon Sunwoo y Daniel Hsu, finalistas del concurso de piano Van Cliburn. (FUENTE EXTERNA)

SANTO DOMINGO. La sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito, acogió por séptima vez a los ganadores del Concurso Internacional de Piano Van Cliburn, en una noche memorable. Tres prodigiosos pianistas deleitaron al público que se dio cita a la gala, acompañados por la Orquesta Sinfónica Nacional y otros instrumentistas invitados, todos magistralmente dirigidos por José Antonio Molina.

Unos minutos antes de las nueve, solo el escenario quedó iluminado y la orquesta recibía a su concertino, la profesora Zvezdana Radojkovic. Afinados los instrumentos, el maestro Molina hizo su entrada junto al ganador de medalla de bronce Cliburn 2017, el estadounidense Daniel Hsu.

Hsu, de 20 años, interpretó con el alma en las manos el concierto 1 en Mi menor, opus 11 para piano y orquesta de Frédéric Chopin. Con gracia y sutileza, este joven nacido en las cercanías de la Bahía de San Francisco, mostró su destreza para apoderarse de los sentimientos. Sus manos parecían flotar sobre el piano y su expresividad resultaba conmovedora; parecía sufrir, evocar la misma melancolía de Chopin al componerla, sobre todo en sus dos primeros movimientos: Allegro maestoso y Romanza: Larghetto. No es casual que sea llamado “un poeta con una interpretación que encanta, cuestiona y convence”, por el diario Philadelphia Inquirer.

La audaz pieza Rhapsody in Blue de George Gershwin se escuchó grandiosa en las manos del ganador de la medalla de plata Cliburn 2017, el también estadounidense nacido en Minneapolis, Kenny Broberg. El pianista examinaba la orquesta y se comunicaba con su director con la madurez que denota su talento. Dominó esta pieza moderna y rasgos complejos, con mucha personalidad y fuerza, como si la reescribiera nuevamente con sus propios dedos. Broberg sostuvo la audiencia hasta el intermedio, con esta pieza que, en palabras de Margarita Miranda Mitrov: “pretendía demostrar que con los elementos de jazz se podía escribir música académica”.

El último turno fue para el coreano Yekwon Sunwoo, de 28 años, ganador de la medalla de oro Cliburn 2017, siendo así el primer nacional de Corea del Sur en conquistar la presea dorada.

El Concierto No. 2 en Do menor, Opus 18, para piano y orquesta de Sergei Rachmaninov fue poderosamente emotivo. Que Sunwoo toque el piano desde los 8 años, le otorga una complicidad preciosa con su instrumento. Se puede sentir su deseo por expresar la pureza de lo que toca. Su frente, empapada de sudor, sus ojos casi siempre cerrados, un director tan emocionado como él. Fue un cierre tan especial, que resulta difícil describirlo con las palabras. Su música logró poner sobre sus pies a un público que sintió, no solo sus emociones, sino las de sus demás compañeros en escena.

Puntos grises

Es una pena que aquella sala, casi completamente llena, se viera interrumpida por personas que, mientras un maestro se entregaba en la dirección a unos músicos estupendos, no fueron puntuales, hablaban, hacían live para Instagram, escuchaban notas de voz de Whatsapp, tomaban fotos y vídeos con el flash encendido, cuando todo esto está prohibido por el teatro, sobre todo, porque estas acciones pueden distraer a los músicos. A algunos dominicanos leS queda mucho por aprender como espectadores, pues todavía no saben apreciar lo que tienen en frente y se dejan ganar por el afán de lograr “me gustas”. Mientras, nos quedamos con el agradable sabor de una gala exquisita.

TEMAS -