“Para estar en la música, hay que estar estudiando, estudiando, estudiando”

SANTO DOMINGO. Techy Fatule se llama Marielle Stephanie, pero nadie le dice así. Ella misma se puso Techy a los dos años porque a esa edad tenía un conejo que se llamaba Tachy, y ella quería un nombre de artista.

Convencida de que todo ocurre a su tiempo, se enfrenta esta noche a una de las pruebas más importantes de su vida artística. Sube al ring del Coliseo Boxístico Teo Cruz a presentar su concierto “A su tiempo”, como se llama su nueva producción, tras presentar recientemente una serie de conciertos internacionales de la actual gira de Juan Luis Guerra. Un espaldarazo como ese siempre se agradecerá.

El evento se realizará hoy a las 7:30 p.m. Las boletas cuestan RD$800 (general) y RD$2,000 (VIP).

—Tener padres como Carlos Alfredo Fatule y Tania Báez, debe ser difícil.

Lo difícil de llevar sus nombres en su momento era las comparaciones que me hacían. Pero siempre había gente que me respetaba mi espacio y mi personalidad. Ambos han sido tan coherentes, tan leales, tan responsables, tan profesionales, que son zapatos difíciles de llenar. Por mucho tiempo quise llenar esos zapatos, hasta que me di cuenta que ese no era el camino. Yo soy otra y mis propios padres celebraban mi individualidad y lo que yo quería. Nunca me dijeron tienes que ser como yo, o mírame a mí.

—¿Cuál de los dos fue más recio a la hora de educarle?

Mi mamá. Siempre ha sido muy fuerte con eso de que hay que prepararse, hay que estudiar, no quedarse en la casa haciendo nada. Siempre dijo, si quieres ser cantante, tienes que estudiar, tienes que ser la mejor. Mi papá siempre fue más divertido en el sentido que fue quien primero me enseñó a tocar pianoy jugaba mucho más con él. Le agradezco mucho a mi mamá haberme exigido tanto. Incluso cuando estaba en televisión, ella me mandaba a estudiar locución, periodismo, producción. Pasé en mi vida más de 15 cursos. Hice guión de TV, guión de cine, y como siempre me ha gustado hacer reír a la gente me dijo, pues vas a estudiar comedia. Siempre estuve estudiando. Pero esto de ser artista en República Dominicana y madre, conlleva sacrificios. Ahora estudio guitarra en mi casa, por Internet. Porque siempre he pensado que para estar en la música hay que estar estudiando, estudiando y estudiando.

—¿Y le gusta investigar?

Claro, porque también le produzco a otras personas, no solamente a mí. Uno conoce más o menos lo que se escucha en América Latina. Pero ahora por ejemplo estoy escuchando música nativa gringa: el country, el folk, los orígenes, porque de pronto en un merengue puedo meter una guitarra media country... No hay un sí o un no en la música.

—Ahora están de moda las fusiones...

Hoy me preguntaban qué género tú haces, yo dije hago pop latino, quizás me consideren baladista porque hago música romántica, pero no necesariamente tiene que ser la balada que todo el mundo oye, y que yo quizás tenga una así, por ejemplo Entregarte todo es una canción pop acústica, pero quizás en estos tiempos es una balada. Todo va evolucionando.

—Va a llegar el momento en que preguntarán cuál es su género y dirán “urbanísimo”...

Puede que sea extraurbano al cuadrado, jajajaja.

—Hace unos años me enseñó una producción que me gustó mucho, era lo primero... Ahora tiene otra producción.

Aquello era un EP con varias canciones. En ese tiempo todavía yo estaba intentando encontrarme. Estaba segura que era la música lo que yo quería.

—¿Y aún hoy lo cree? ¿Aún sigue buscándose?

Uno se encuentra en cada canción, donde descubres algo nuevo de ti, una emoción diferente, un sonido diferente. Pero yo sé ya cuál es mi intención con la música. Antes mi intención era pegarme. Respetarme. Hacer mi espacio. Que la gente me conociera. Sin embargo, ahora mismo, yo solamente quiero cantar. Yo solamente quiero escribir. Me oigan diez o me oigan diez millones. Mi intención es otra.

—¿Y le ha ido aceptablemente?

Creo que las cosas cuando se logran más así, al paso, se disfrutan más. Y yo hoy en día, con 30 años, tú que me has visto bregando con esto desde que tenía 17, 18 años, desde La Bella y la Bestia; ahora yo con madurez, lo entiendo, lo disfruto, no me vuelvo loca, no quiero acaparar más de lo que puedo. Entiendo que este es mi proceso. Lo estoy disfrutando. Voy escalando paso a paso. Y no me cambiaría por nadie hoy.

Alfonso Quiñones