Líder estudiantil de Tailandia hospitalizado tras 45 días en huelga de hambre

Uno de los principales líderes de las protestas de estudiantes en Tailandia detenido por cuestionar a la monarquía fue ingresado este viernes en un hospital de Bangkok ante su delicado estado de salud tras pasar 45 días en huelga de hambre.

Parit Chiwarak (Penguin), de 22 años, será sometido a una transfusión sanguínea y se le suministrará nutrientes vía intravenosa debido a los problemas digestivos por falta de comida que sufre el joven, apuntó el grupo Thai Lawyers for Human Rights.

Un tribunal de Bangkok denegó ayer por novena vez la libertad provisional para Penguin y otros siete líderes detenidos a la espera de ser juzgados por lesa majestad, delito que conlleva hasta 15 años de cárcel, y otros cargos.

El abogado del activista hospitalizado presentó de nuevo este viernes una solicitud de libertad provisional, mientras un grupo de jóvenes y la madre de este se manifestaba frente al tribunal del norte de la capital, que ha programado la decisión para el próximo 6 de mayo.

El departamento de Prisiones negó el jueves que el activista se encontraba en “condición crítica” y dijo que solo sufría “agotamiento”.

Penguin lleva en prisión desde febrero junto con otros 7 líderes estudiantiles, después de que todos ellos fueran acusados de lesa majestad además de otros delitos, y de que les denegara la libertad provisional a la espera de juicio.

Entre los detenidos se encuentran, Panusaya Sithijirawattanakul (Rung) -una de las 100 mujeres más inspiradoras e influyentes del mundo de 2020, según la BBC-, quien también lleva en huelga de hambre 32 días.

Todos ellos lideraron el año pasado junto a otros activistas una ola de protestas multitudinarias que pedían reformas democráticas en el país, incluida la de monarquía.

Los principales líderes de las protestas, la mayoría jóvenes universitarios que se atrevieron a pedir públicamente que el rey no tuviera un papel activo en la política, han sido acusados de lesa majestad y se encuentran en prisión.

Estas detenciones han descabezado al movimiento que removió los cimientos del sistema tailandés, controlado por el monarca, el Ejército y los oligarcas.

Las protestas rompieron el tabú de cuestionar abiertamente el papel de la monarquía y consiguieron que el debate saltara a las redes sociales y a la calle.

Tailandia castiga por difamar, insultar o amenazar al rey, la reina o el príncipe heredero con penas de entre 3 y 15 años, a través del artículo 112 del código penal.

Al menos 382 personas, incluidos 13 menores, han sido acusadas desde el pasado julio por participar en manifestaciones y expresar sus opiniones políticas, mientras que al menos 88 han sido acusadas de lesa majestad, según la organización Thai Lawyers for Human Rights.

EFE

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