¿Por qué botan el mánager?

“Siempre me siento feliz. ¿Sabes por qué? Porque no espero nada de nadie”.... William Shakespeare

Hay dos palabras que cuando un equipo de béisbol está perdiendo no entiende ni la presidencia, ni la afición: ¡Calma y cordura!

Desde que comienza la turbulencia y las derrotas se convierten en el café mañanero, se aprieta el botón del pánico, y el mánager paga por los platos rotos.

El turno le tocó ayer a Luis Dorante, ex capataz de los Toros del Este, cuya decena había perdido siete de los últimos diez, pero estaba en cuarto lugar, con récord de 21-24, faltando cinco juegos por jugar, y el número mágico en tres con relación al Licey.

Dorante se unió a David Bell, de los Leones del Escogido, y José Offerman, de los Tigres del Licey, que fueron también cesanteados.

En los momentos de presión debe primar la calma y la cordura, porque cuando las cosas no están marchando bien, el desespero no ayuda, es el momento de apelar al razonamiento, porque una decisión apresurada, más bien puede empeorar la situación, y me luce, viendo las cosas desde la distancia, que los Toros pisaron el acelerador y el freno podría no responder.

Para nadie es un secreto que el fanático dominicano no lo piensa dos veces para pedir la cabeza de un mánager.

John McGraw, un mánager de éxitos en las Grandes Ligas dijo en una ocasión: “La idea principal es ganar”.

Para darle validez a la idea de ganar, el legendario mánager Walter Alston sentenció: “Los managers no renuncian. Los despiden”.

Lo que no debe olvidar nunca un mánager en la Liga Dominicana, es la jurisprudencia de Leo Durocher: “Uno nunca debe guardar un pitcher para mañana. Mañana puede llover”.

Y esa premisa no la aplicaron ni David Bell, ni José Offerman, ni ahora Luis Dorante.

En esta Liga, cada juego es crucial, en esta Liga no hay mañana, y el mánager que no entienda esto, lo mandan a la luna, al estilo Máx Álvarez.

Un día como hoy: En 1955, en el Estadio Trujillo, el lanzador derecho Federico -Chichí- Olivo, de los Tigres del Licey, cubre la ruta completa donde realizó 76 pitcheos, de los cuales 12 no mordieron la zona de strikes. El Licey derrotó 3-2 al Escogido.

En 1959: Los Leones del Escogido doblegan 5-1 a los Tigres del Licey, en un partido donde el intermedista azul, El Gran Capitán, Pedro González, realiza doce outs para establecer una marca para un defensor de su posición en un juego de nueve episodios

En 1986, Licey derrota 4-3 a los Toros, donde Pintácora de los Santos lanzó dos episodios para anotarse el salvamento, y empató con Chichí Olivo con 335 juegos jugados.

Twitter: @bienvenidorv

Bienvenido Rojas