La pelota que está en el olvido

“No te preocupes demasiado por lo que dicen de ti, ni siquiera Dios ha logrado caerle bien a todo el mundo”. Anónimo

Todo está consumado, los cuatro equipos que van a la ronda semifinal Estrellas, Gigantes, Águilas y Toros arrancan el 27 de diciembre a pelear, durante 18 juegos, dos plazas para la final.

Los Toros visitarán a las Estrellas en el Tetelo Vargas, mientras que Águilas y Gigantes chocará en la sede del ocupante del segundo escalón.

Triste Navidad para la Capital y, por ende, excusas y explicaciones de los directivos rojos y azules.

Este receso nos motiva a entrar al túnel del tiempo, para recordar la historia del béisbol dominicano que fue enviada en entrega especial al saco del olvido, dando solo como buena y válida lo ocurrido a partir de 1951.

Sin embargo, del 1950 hacia atrás hay un béisbol rico y preñado de hazañas que en la Cantina del Gloriso ponemos sobre la barra, como una forma de recrear ese pasado glorioso.

Desde el año 1937, cuando los Dragones de Ciudad Trujillo, reforzados con el sensacional serpentinero de color Leroy -Satchel- Paige, demostraban su poderío sobre unas Águilas de la región cibaeña y unos Paquidermos Orientales.

Antes de ese lapso de casi 14 años el béisbol vivió brillantes momentos y una muestra fue el torneo de 1922 (El Campeonato de la Reina) que contó con figuras internacionales, pero que se hizo histórico con el tablazo (un doble) de Mateo de la Rosa que inclinó el score a favor del Escogido para ganar su primera corona sobre el Licey y que acuñó la frase “el que gana...es el que goza”.

Las figuras de primer orden de Cuba, Puerto Rico, Venezuela y de la Liga Negra de Estados Unidos, desfilaron por los diamantes nacionales, en especial por el estadio de La Primavera. En el campeonato de 1929, Martín Dihigo reforzó al Escogido y Pelayo Chacón con el Licey.

En el torneo de 1936 dijeron presentes el lanzador cubano Silvino Ruiz, con el Escogido, y los estelares pitches de la Patria de Martí Manuel -Cocaína- García y Ramón -Drop- Bragaña con las Estrellas.

Ese béisbol hay que desempolvarlo, no hay razón para que descanse en el olvido.

Un día como hoy: En 1972, las Águilas Cibaeñas le ganan 3-1 a los Leones del Escogido, donde el relevista Dave Sells se anotó el salvamento 12, nueva marca, superando a Charlie Hough.

En 1994: Félix José, dispara jonrón remolcador de dos carreras para que el Licey derrotara 4-2 a los Azucareros. El relevista José Mesa logró el salvamento, al ponchar a los tres bateadores que enfrentó.

En 1997: muere José Oliva en un accidente automovilístico.

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Bienvenido Rojas