Da frutos el programa de formación de La Barquita

SANTO DOMINGO. Las travesuras de los nietos de Doña Rosa Beltré ya no la “sacan de quicio”. Esta moradora en el barrio “Los Reguindaos”, en el sector La Barquita de Los Mina, entiende que no puede reprocharles por cualquier cosa, sino tratarlos con amor para que asuman un mejor comportamiento.

También comprende que, aunque vecinos la ofendan, lo correcto no es contestarles con otra ofensa. “Lo que hay que hacer es llamarlos y explicarles que hay que resolver las cosas de otra manera, sin ofender a nadie”, expresa.

A sus 75 años de edad, doña Rosa ahora se despide cada vez que sale de su casa, y saluda cuando arriba a ella. Tres frases que cada día pone en práctica con familiares y vecinos son: Buenos días, buenas tardes y buenas noches.

“Yo peleaba mucho con los muchachos, porque me sacaban de quicio, pero al tener ahora más educación, los trato mejor. No les peleo por todo. Los llamo con más consideración, y los corrijo”, comenta quien tiene 35 años viviendo en la referida barriada. Los aprendizajes de esta abuela tienen una razón: son el resultado de la parte formativa del proyecto integral de reubicación “La Nueva Barquita”, que procura que los habitantes no sólo abandonen la vulnerabilidad en que residen a orillas del río Ozama, sino que convivan en armonía, en el que será su nuevo hogar.

Doña Rosa es miembro de una de las ocho familias del sector La Barquita de Los Mina que culminaron satisfactoriamente el pasado 31 de agosto el proceso educativo piloto, que comenzó hace tres meses la Coordinación General para la readecuación de esa vulnerable barriada.

Hábitos de convivencia, Manejo positivo de conflictos, Cómo vivir en condominios, Prevención de violencia intrafamiliar y embarazo en la adolescencia, Sostenibilidad de valores y Temas culturales, artísticos y deportivos, son los talleres que agotó, y que las demás familias tienen la oportunidad de cursar antes de trasladarse a “La Nueva Barquita”.

La idea, explicó a DL la encargada del plan de educación, Gisela Mejía, es que las 1,200 familias que serán reubicadas logren un cambio cultural y una convivencia armoniosa. Se espera que en los próximos días se inicie la formación de 100 familias divididas en grupos de 20.

Una vez culminado el proyecto habitacional, los residentes de La Barquita de Los Mina se trasladarán al sector La Javilla de Sabana Perdida, municipio Santo Domingo Norte.

Nikaury Arias