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Festival de Cannes
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"Dheepan" o el elefante con vitiligo

En el filme solamente son utilizados dos actores profesionales

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Dheepan o el elefante con vitiligo
CANNES. Actores y director. Fuente externa
CANNES. Hay un elefante enorme, con la frente blanca y las orejas blancas. No es un cuento, es real. Aparecía en los sueños de un tigre tamil que decidió deponer las armas y huir de un país desmoronado por la violencia, donde perdió su mujer y sus hijos. "Dheepan", el nuevo filme de Jacques Audiard, fue mostrado esta mañana en la Sección Oficial del 68 Festival de Cannes, con pocos aplausos.


La posibilidad de salir hacia Francia la encontró Dheepan, de pronto, una mañana, en el refugio, con una mujer que acababa de conocer a la niña que a partir de ese momento sería su hija. Así, los tres desconocidos, pretendiendo ser una familia en busca de asilo político, logran llegar a Francia, donde dan tumbos de un lugar a otro, sobreviviendo, hasta que Dheepan logra trabajo como cuidador de un edificio en un sector bajo: Le Pre, donde la violencia y las drogas hablan de otro país que no es la Francia de la torre Eiffel y Montparnasse, o la del mismo Cannes.


Es interesante que en el filme solamente son utilizados dos actores profesionales: Vincent Rotiers y Marc Zinga. Los demás, incluidos los protagonistas Jesuthasan Antonythasan (Dheppan) y Kalieswari Srinivasdan (Yalini), así como Claudine Vinasithamby (Ilayaal) eran no profesionales de la actuación. En el caso de Antonythasanan, era un querrillero tamil, que huyó de su país a Francia, donde para establecerse tuvo que hacer variados trabajos y huir de la policía, tal y como lo cuenta Audiard en el filme de ficción. Pero también se ha hecho escritor.

El simbolismo del elefante enorme, saliendo de la selva, entre hojas y ramas, en cámara lenta, además de un leit motiv se convierte en o en la pesadilla del pasado que regresa. Audiard cambia totalmente de estilo con esta película, después de filmes como Rust and Bone (2012), con el que compitió en Cannes; El Profeta (2209) con el que ganó el Gran Premio del Jurado en Cannes o The Beat That My Heart Skipped (2005), entre otras, y de trabajar con grandes estrellas francesas, como Marian Cotillard o Jean-Louis Trintignant.

El guion escrito por Audiard junto a Thomas Biguedain, quien compite en la Quincena de Realizadores con Los Cowboys, está levemente inspirado en "Cartas persas" de Montesquieu, escrito en 1721. En la novela epistolar del filósofo, dos amigos que viajan de París cuentan su visión del siglo XVIII. Inspirado por Montesquieu, Jacques Audiard quizás no quiso desdeñar la propia vida del protagonista, que coincide en muchos aspectos con el personaje de Dheepan.

Los tres seres que ha unido el azar en la huida de la violencia, caen así en otra encrucijada de la vida: la violencia de un barrio periférico parisino, donde las bandas juveniles se matan entre sí por el mercado de estupefacientes. Lugar adonde nunca llega la policía.

Las mejores escenas del largometraje no son precisamente las de acción, sino aquellas donde la falsa pareja logran tener intimidad. Ese ambiente logra los más altos momentos del filme, tanto por su intensidad de sugerencia, como por su carga visual.

Conferencia de prensa

Los aplausos fueron tímidos al finalizar la película, pero casi enseguida hubo una conferencia de prensa donde el director se refirió al tema de la inmigración, sobre el que dijo ser "bastante cobarde con eso. No quería hacer ninguna declaración política. Cuando descubrí ese horrible conflicto me sentí conmocionado, pero simplemente me parecía interesante hacer entrar el conflicto tamil en una ficción", dijo el director en conferencia de prensa.

Más adelante reflexionó: "Como no quería meter la pata fuimos muy precisos con el casting, que esas piezas encajaran. En el trabajo con Noé Debré y Thomas Bidegain, los guionistas, cambiamos mucho el primer borrador. No queríamos hacer un documental sobre Sri Lanka, ni uno sobre esos barrios ni lanzar un alegato político. Es una guerra horrible, la gente sigue sufriendo, me sentí tan conmovido como enfadado cuando empecé a ver fotografías de las matanzas. Pero la banlieue y el conflicto son el background, no necesitamos como narradores empezar a describirlos. En realidad, encuentro muy difícil describir las cosas en pantalla. Suelo derivar a lo abstracto; no sé si sabré cambiar en el futuro".

En una pregunta acerca de la violencia como constante a su obra Audiard manifestó que "Es cierto que la gente me pregunta todo el rato si necesito la violencia para hacer cine. Y aún me sorprende la pregunta. No sé responder. A mí en Dheepan me interesaba esa historia de familia falsa que acaba convirtiéndose en una verdadera". Ni siquiera cree que con su cine esté retratando Francia: "Mostramos diferentes partes del país, pero jamás con ánimo descriptivo, sino a través del punto de vista de los personajes".

El guion, según explicó, duró tres o cuatro años en proceso de escritura "... y al final hemos tenido que acabar rápido. Cuanto más rápido te mueves, menos piensas, y eso me gusta. No te planteas cosas, no tienes tiempo para arrepentimientos". Así las cosas, el corte final de la película se ha dado casi al llegar a Cannes. Un riesgo, sin dudas, del cual parece no haber salido del todo convencido él mismo.
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