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Cine

Sobre el sur y la inocencia

Sincera, personal y sin muchas pretensiones", describió el director Héctor Valdez su más reciente película Al Sur de la Inocencia, un filme que presenta ese casi siempre necesario punto de quiebre, responsable de las más radicales decisiones. "Hay situaciones que cambian a las personas", continuó diciendo el joven director, quien por ratos parecía hacerse más viejo. "Y esto es lo que quiero mostrar: ese viaje que nos lleva a crecer, amar, perder, ganar y aprender". Aquellas palabras, en la playa y frente a una hermosa puesta de sol, hacían pensar -aunque no demasiado- pues las ocurrencias de Frank, las risas de Sarah y el ron a la roca que tomaba Christian aligeraban el ambiente-. Si Al Sur de la Inocencia logra recrear ese ambiente ligero y denso a la vez, le auguramos un gran éxito.

Héctor Valdez

P. ¿Qué quieres transmitir con esta película?

R. Al Sur de la Inocencia surge de circunstancias en mi vida que me marcaron. Una de ellas fue la muerte a destiempo de mi tío y la sorpresa del nacimiento de mi sobrina. Al Sur de la Inocencia es una alegoría al ciclo de la vida. Contará sobre ese viaje de crecimiento interno que hacemos en algún momento.

P. ¿Por qué el Sur?

R. El Sur y yo tenemos una estrecha relación desde pequeño. Una vez, cuando tenía 13 años, fuimos a Bahía de las Águilas. Recuerdo que me llamó la atención su gran belleza y el contraste en que viven las personas. El Sur es una región que por muchos años ha sido olvidada.

P. ¿Fue difícil filmar allá?

R. Todo lo contrario. Para nosotros fue como un desahogo. La parte más retadora fue el principio. Los primeros días de rodaje en Santo Domingo fueron difíciles, pero esto nos ayudó a afinar detalles para que todo allá fuera mucho más fácil.

Frank Perozo

P. ¿Qué aprendiste de Santiago?

R. Él rescató ese espíritu aventurero y el amor por la naturaleza que casi había olvidado. Ahora trato de coger carretera todos los fines de semana.

P. ¿Estás en tu mejor momento?

R. Quisiera pensar que no, pues no quiero que esto acabe; pero estoy en un muy buen momento.

P. Cuéntanos sobre lo no glamoroso del cine.

R. Nunca le he sentido el glamour al cine, a no ser el de Hollywood. Nuestro cine es güira, tambora y sillas de guano; está más cerca de nuestras raíces y es mucho más aterrizado.

P. ¿Cuál ha sido tu mejor contrato?

R. ¿El mío? El de la clínica cuando iba a nacer mi hijo.

P. ¿Qué recomiendas a los jóvenes actores?

R. Que nunca olviden sus metas aunque sean rechazados. La industria está creciendo igual que las oportunidades. Es una cuestión de esperanza, fe y disciplina.

P. ¿Frank Perozo ha sido rechazado?

R. ¡Claro! Un actor promedio es entrevistado entre 15 y 20 veces a la semana. Esta es la profesión donde más te dicen que no porque intervienen muchos factores como el físico, la visión del director y hasta el metal de voz. Debes aprender a vivir con el rechazo.

P. ¿Actuación o dirección?

R. Actuación y dirección.

P. Esas escenas íntimas que vemos, ¿cómo son detrás de pantalla?

R. Tensas, o técnicas, por la cantidad de personas involucradas, pero al mismo tiempo no deja de ser igual que una escena en un carro manejando. Cada vez que tengo la oportunidad de actuar es como si me desnudara. Le presto mi cuerpo y mi alma a cada personaje que hago.

P. ¿Qué tal es trabajar con Sarah Jorge León?

R. Divino. Sarah es una de las actrices dominicanas más preparadas académicamente, incluso le decíamos teacher Sarah. En el caso de Christian, creo que es la revelación del cine de este año. Es uno de los actores que mejor fotografía y trabaja con una pasión que lo define. Tiene mucho potencial.

P. ¿Habrá Frank Perozo para rato?

R. Ahora estoy haciendo una película, biopic le dicen, que trata sobre la vida de un músico importante en RD. Es uno de los retos más ápero en los casi 20 años de mi carrera. También viene A Tiro Limpio. El guión está casi listo.

P. ¿Qué significa haber ganado El Soberano?

R. Más que un premio, es un reconocimiento de parte del público y de todos los cronistas de arte. Es como la fresita del bizcocho. Ya había sido premiado antes, pero fue la primera vez que asistí como nominado. Me senté sin expectativas porque mientras más viejo nos ponemos menos expectativas tenemos. Cuando me mencionaron brinqué, y una vez arriba, se me olvidó todo.

Sarah Amalia León

P. ¿Cine o teatro?

R. Los dos son medios diferentes y tienen sus retos. No tengo preferida.

P. ¿Qué fue lo que más disfrutaste de tu papel?

R. La esencia de Vera. Ella fue criada de una forma "correcta", pero luego es capaz de romper con todos esos estereotipos, no por rebeldía sino por valentía. Eso fue lo que Vera me dejó, hay que serle fiel a la verdad de tu interior.

P. Cuéntanos una anécdota jocosa ocurrida durante el proceso de grabación.

R. [Risas] Una de las escenas de la película involucra huevos. Tuvimos que repetirla varias veces y en cada toma yo tenía que comerme un huevo. Al final me había comido 17. Tenía unas náuseas horribles.

P. Dinos tu impresión sobre el cine dominicano.

R. Nuestro cine está creciendo rápido y se están explorando muchísimos géneros que anteriormente no se hacía. Todo es parte de crecer y, la verdad, creo en el talento dominicano.

P. ¿Cómo se siente verte en la pantalla grande?

R. Es una sensación extraña. De repente me encuentro diciéndome que tal vez en tal o cual escena debí de hacer esto o aquello... pero sobre todo es un ejercicio de soltar. Ya no hay vuelta atrás.

P. ¿Has perdido la inocencia?

R. Un poco. A medida que pasan los años uno madura y toma mayor conciencia de las cosas, aunque aún me ilusiono por algo nuevo.

P. ¿Cuáles son tus planes luego de Al Sur de la Inocencia?

R. Vienen por ahí varios proyectos, entre ellos uno mío. Es una adaptación de un guión de teatro. Ya tengo los permisos, así que esperamos filmar para el 2015, y nada, abierta a todo lo que llegue.

"Hay que serle fiel a la verdad de nuestro interior".

Christian Álvarez

P. ¿Qué fue lo difícil y gratificante de Al Sur de la Inocencia?

R. Lo más gratificante fue conocer y trabajar con personas tan chulas. Nos convertimos en una familia donde no hubo ningún roce con nadie. Aparte, me gustó tener la oportunidad de conocer el Sur, ¡es hermoso! Lo más difícil para mí fue interpretar un rol protagónico en un largometraje, al principio estaba muy nervioso. Lo veo como una especie de prueba que aún no sé si pasé... pero sí puedo decir que di lo mejor que pude.

P. ¿Qué quiere transmitir tu personaje?

R. La verdad creo que muchos jóvenes se sentirán identificados con ciertos aspectos de mi personaje. Andrés aún no sabe qué hacer con su vida, nunca ha tenido que esforzase demasiado en nada y todo lo ha tenido en bandeja de plata hasta el momento en que todo esto acaba. Se va dando cuenta de que existe su realidad y ‘La' realidad. Es una persona que no tiene un norte definido pero que, al final, lo encuentra.

P. ¿Qué compartes y qué no con Andrés?

R. Yo había estado en la misma situación hasta que encontré la actuación. Me gradué de mercadeo simplemente para darle un título a mi madre. Fue cuando me quedé sin trabajo que un amigo me habló sobre un casting que estaban haciendo para un corto. Me dieron el papel y luego me llamaron para otro y así pasó de ser un hobbie a la razón de por qué me levanto en las mañanas. Por otro lado, no me gusta lo egoísta y egocéntrico que es. En eso no nos parecemos en nada.

P. Luego de Al Sur de la Inocencia, ¿qué le espera a Christian Álvarez?

R. Lo que la vida me traiga. Me siento totalmente agradecido con todo lo que está pasando.