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Locos por la sopa

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Locos por la sopa
El consumo de sopas y caldos dentro de una dieta equilibrada forma parte de una nutrición equilibrada y variada.

SANTO DOMINGO. Con excepción de Mafalda y de mi hija María Amelia, me atrevo a asegurar que a casi todo el mundo le gusta la sopa, aun más, cuando el frío aprieta, y el cuerpo te la pide.

Temperaturas polares atacan el norte del continente y vienen bajando. Yo espero con ansias que lleguen, para finalmente ponerme la ropa que más me gusta, botas incluidas, y acomodar, disimuladas, las libras de diciembre.

Pero también me gusta para justificar el consumo indiscriminado de sopas, caldos, cremas y potajes. La verdad es que al dominicano le importa poco que haga calor o frío para disfrutar de un sancocho, pero por consenso sabemos que siempre cae mejor debajo de un aguacero.

Pero consumir sopa tiene muchas más ventajas de las evidentes y créalo o no, casi cualquier cosa puede formar parte de un caldo, en cualquier combinación y a cualquier hora.

Ventajas en cucharas

El consumo de sopas y caldos dentro de una dieta equilibrada, forma parte de una nutrición equilibrada y variada. Veamos algunas:

•Son alimentos completos. Para su elaboración, se utilizan ingredientes muy variados como verduras, aves, carnes, pasta, legumbres, arroz, condimentos etc., ingredientes que aportan propiedades beneficiosas para la salud. Además, permite combinaciones infinitas, adaptándose a los gustos, necesidades, o la edad del consumidor.

• Son saludables. Debemos consumir frutas y vegetales todos los días, no sólo para alimentarnos correctamente, también para prevenir enfermedades. Las sopas y cremas estimulan un mayor consumo y variedad de estos alimentos. Un sancocho promedio, por ejemplo, tiene de 6 a 7 víveres que no comerías todos juntos de otra manera en un solo día.

• Son fácilmente digeribles. Un 30% de la población presenta problemas digestivos. Cuando existen problemas de masticación o de absorción, tanto en niños como en adultos, se recomienda ingerir sopas por su textura y fácil digestión.

• Hidratan el organismo. La deshidratación mata. Cuando estamos convalecientes o muy mayores, o en situaciones fisiológicas específicas, como la gestación y lactancia, los requerimientos de agua se incrementan, por lo que el consumo de alimentos ricos en agua como las sopas y caldos está recomendado.

• Ayudan en el control de peso. Las sopas, aunque contengan pocas calorías, tienen una gran capacidad saciante, incluso más que las bebidas. Se ha demostrado que los días que se consume sopa disminuye la cantidad de calorías ingeridas, por lo que no extraña incluir caldos en regímenes contra la obesidad y sobrepeso.

• Promueven un estilo de alimentación saludable. Para comer sopa hay que sentarse, y hacerlo despacio, una cucharada a la vez, lo que posiblemente facilite la conversación con otros. ¿Cuando fue la ultima vez que se sentó, y se tomó su tiempo para disfrutar una comida?

• Son rápidas, fáciles y económicas. Usted decide la complejidad, el tiempo de preparación y la cantidad de ingredientes que desea, pero volviendo a lo básico, es poco más que hervir y sazonar.

• Garantizan seguridad e higiene alimentaria. Los microorganismos más comunes presentes en el agua, las carnes, aves, vegetales crudos, etc., se destruyen en la cocción, donde se alcanzan temperaturas superiores a los 100 grados C.

• Se conservan con seguridad. La tecnología actual ayuda a realizar estos platos con rapidez, conservando al máximo sus nutrientes. Además, perfectamente congelados, una sopa puede estar disponible varias semanas.

Seguro que está pensando en alguna ventaja más, y pensando en su próxima sopa. Yo prefiero dejarlos con esta receta sencillísima, saludable y nutritiva. Disfruten.

Crema de brócoli con almendras tostadas

Ingredientes

1 brócoli mediano

1 taza de leche descremada

1/2 taza de almendras tostadas y molidas

1 taza de caldo de verduras

Procedimiento

Se cuece el brócoli por 7 minutos. Luego se agrega la leche, la mitad de las almendras, el caldo y condimentos a gusto. Se lleva a ebullición y luego, en un procesador o batidora, se licua ligeramente hasta lograr la consistencia deseada.  Vierta el resto de las almendras tostadas al servir. Disfrute bien caliente.