El Pelotudo

Ocurrió lo que se veía venir. No hay peor sordo que el que no quiere oír.

A Raymond Hernández Jr. le acaba de ocurrir. Ese título, y esa historia, no se los iban a tragar los dominicanos. Ni creo que nadie de ninguna latitud.

La película "El Pelotudo" está lastrada desde el mismo título, y aunque hay momentos en que uno se ríe, una película no se hace para el mero hecho de que alguien se ría dos o tres, cinco o siete minutos -en total- de los 110 que dura el largometraje.

Salvo las actuaciones muy convincentes de Gilberto Reyes, Laura García Godoy, Joseguillermo Cortines, Irving Alberti, Amaurys Pérez, Johnnié Mercedes; más las adecuadas participaciones de María Cristina Camilo, Yelitza Lora, Faruk Miguel y Félix Tejada (Ñonguito) -quien se echa al lomo la película hasta el final-, más el cameo de Correa en el bar, y un aceptable trabajo de fotografía y edición, "El Pelotudo" es una pelotuda torpeza, sobre todo por el propio planteamiento del blanco pintado de negro. Algo tan aberrante, que raya con la indignación.

Creo que "El Pelotudo" lleva la mejor parte en los chistes de Ñonguito. Y la peor en el argumento, carente de credibilidad, de autenticidad artística. Más allá de todo lo que se ha dicho ya del blanco de negro, que alguien me explique cómo un pelotero cubano de MLB va a dar a Buenos Aires en su retiro, a vivir como clase media.

Alfonso Quiñones