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Moisés Alou y Teresa Durán al nicho de los inmortales de la República Dominicana

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Moisés Alou y Teresa Durán al nicho de los inmortales de la República Dominicana
El doctor Luis Scheker Ortiz, presidente del Salón de la Fama del Deporte Dominicano, anuncia la entrada a la inmortalidad de Alou y Durán.

SANTO DOMINGO. La trayectoria de una carrera de estrella en las ligas mayores, combinada con roles protagónicos en las oficinas, se conjugaron para que Moisés Alou fuera electo para ingresar a la inmortalidad del deporte dominicano.

Alou subirá el escalón más alto del deporte nacional, como es la exaltación al Pabellón de Fama, en el 48 Ceremonial que tendrá lugar el domingo 19 de octubre venidero. El hombre, al que las lesiones probablemente le negaron una carrera de inmortal de Cooperstown, será el último de la exitosa prole de los Alou que ya tienen un lugar reservado en la historia nacional como inmortales del deporte. Su padre, Felipe, abrió las compuertas, y siguieron sus tíos Mateo y Jesús Alou.

El jugador, que nunca jugó una temporada completa de 162 partidos y en sólo cuatro ocasiones accionó en 150 o más juegos, se perdió alrededor de 350 cotejos entre 1992, cuando ya era un jugador de todos los días, y la temporada del 2005, siendo todavía titular a tiempo completo con los Gigantes de San Francisco.

La escogencia de Alou estuvo a cargo del Comité Permanente del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano. El ex jardinero y ahora ejecutivo del béisbol profesional, fue presentado ayer como nuevo inmortal, en un encuentro con la prensa efectuado en uno de los salones del Pabellón de la Fama, ubicado en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte.

Teresa, una estrella

Teresa Durán fue cuatro veces ganadora del premio Atleta del Año de la Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo y seis de la misma distinción por parte del Comité Olímpico Dominicano.

Teresa es una de las más grandes atletas nacionales, y formará parte del templo sagrado de la inmortalidad deportiva nacional.

Durán irrumpió en el baloncesto en 1976, siendo todavía una jugadora de categorías inferiores con las Águilas de Guachupita. Pero de inmediato comenzó a mostrar sus grandes dotes de anotadora y llamó la atención de las autoridades de la Federación Dominicana de Baloncesto.

Una vez debutó en el baloncesto superior del Distrito Nacional y hasta su retiro, nadie fue más ofensiva que Teresa, misma situación a nivel de Centroamérica.