Manny y Canó, estelares animadores de un torneo lleno de protagonismo

SANTO DOMINGO. Entre ambos acumulan casi 4,500 hits en Grandes Ligas, 18 apariciones a Juego de Estrellas, 11 jonrones más que los 762 de Barry Bonds, tres Series Mundiales, y contratos por más de US$504 millones.

Pero el amor por los diamantes del béisbol, escenario en el que han demostrado sentirse tan cómodos como peces en el agua, y una cadena de lobby han hecho coincidir uniformados a Robinson Canó y Manny Ramírez para una etapa en la que sus bates podrían ser claves para llevar a los equipos de sus amores a la serie final de la pelota dominicana 2014-2015.

El bateador dominicano más temible entre el final del siglo pasado y principio del actual antes de arruinar su candidatura a Cooperstown, al descubrirse su relación con el dopaje y el considerado mejor segunda base de la actualidad agregarán protagonismo a una fase que en lo competitivo no ha extrañado a dos de los principales animadores del circuito (Licey y Escogido).

Canó y Manny se verán las caras esta noche en el parque Tetelo Vargas, en el partido que enfrentará a los dos peloteros con acuerdos laborales más grandes que alguna vez hayan jugado en el país… y en cualquier otra liga fuera de la MLB.

El match de hoy en San Pedro de Macorís y el del viernes en Santiago entre verdes y amarillos pueden definir el futuro de uno y otro, que entraron a la jornada de ayer separados por dos partidos a favor de los Paquidermos.

En una época en la que los grandes salarios vienen acompañados de cláusulas que prácticamente impiden a los jugadores latinos ver acción en las ligas invernales, en el país no había jugado un pelotero bajo contrato de más de US$100 millones.

Ramírez juega por tercera campaña en el país, tras ausentarse por 18 torneos al hilo, mientras estuvo en la cúspide de su carrera entre Cleveland, Boston y Dodgers.

Con 42 años, y a pesar del nulo interés para los equipos del Big Show, Manny se resiste abandonar las líneas de cal, si bien su rol se limita a bateador designado. Sólo Vladimir Guerrero (.318) y Albert Pujols (.317) batean de por vida por encima de los .312 de Ramírez.

Los ejecutivos orientales movieron cielo y tierra para conseguir el permiso de los Marineros para que Canó salga al terreno a ayudar al equipo de su simpatía desde que tiene uso de razón. Es un habitual en el dogout del Tetelo Vargas y pulula en diferentes sectores de San Pedro de Macorís, pero esto no ha quitado interés para que los asientos para el encuentro de anoche se vendieran con tres días de anticipación.

José Manuel Mallén, presidente de las Estrellas, reveló ayer que el acuerdo para conseguir el aval incluyó que la novena del Oeste de la Liga Americana enviara un trainer y un coach que llegaron el domingo para dar seguimiento al jugador, además de facilitarle una cantidad no especificada de entradas al intermedista, quien ha dado muestra de desprendimiento como hizo con el equipo dominicano en las últimas dos ediciones del Clásico Mundial de Béisbol, incluyendo ser Jugador Más Valioso de la versión 2013.

“Robinson, como macorisano, como profesional del béisbol realmente yo creo que él está contribuyendo como amigo personal mío está básicamente contribuyendo con la causa de su pueblo”, dijo Mallén al programa Grandes en los Deportes de Escándalo 102.5 FM en Santo Domingo.

La última vez que el toletero de 32 años vio acción en la pelota criolla fue en la campaña 2008-2009 cuando pertenecía a los Yanquis, y participó en 19 encuentros.

“Todo el esfuerzo financiero que ha hecho el equipo se queda dentro de la estructura nuestra como equipo”, dijo Mallén evadiendo la pregunta sobre el monto que conllevará poner en el terreno al bateador zurdo por el que Seattle comprometió US$240 millones y 10 años previo a la campaña pasada.

“Lógico, nada es gratis en la vida hoy en día, no solamente el seguro (pago de póliza) es todo un tinglado de cosas. Créame que realmente ha sido un gran esfuerzo en todos los sentidos, y quiero ser claro que Robinson ha sido instrumental en todo esto”, dijo Mallén.

Cotizando hacia arriba

El dosier de Canó incluye dos Guantes de Oro y cinco Bates de Plata. Un bateador de .310 de por vida, el derecho que siempre ha bateado a la zurda acumula en 10 temporadas un 51.5 victorias sobre nivel reemplazo (WAR en inglés) la controversial estadística de última generación que busca determinar el aporte completo de un pelotero a su equipo, que gana aceptación en los círculos de béisbol. Para muestra un botón, Craig Biggio, escogido la semana pasada para ingresar al Salón de la Fama, acumuló 65.1 en su carrera de 20 campañas y Sammy Sosa totalizó 58.4 en 18 estaciones. Manny finalizó con 69.2 WARs en 19 cursos.

Nathanael Pérez Neró