El pitcheo criollo exhibe sus músculos en Grandes Ligas de ambos lados

SANTO DOMINGO. En una temporada normal, la jornada del domingo en la que Michael Pineda ponchó a 16 hombres, Danny Salazar a 11, y Wandy Rodríguez estableció una marca de retiros en fila en Texas (34), los hechos eran para guardar los boxscores, y que los historiadores de béisbol lo consagren como el día del pitcheo dominicano en las Grandes Ligas.

El sexto triunfo de Bartolo Colón, el rescate 13 de Jeurys Familia, la cuarta victoria de Santiago Casilla y la primera de Pedro Báez, además de salvados de Fernando Rodney (9) y Neftalí Féliz (4) servirían de argumentos en una fecha en la que no hubo derrota para criollos.

Si bien estas hazañas personales en una fecha se adueñaron de los titulares deportivos en Estados Unidos y República Dominicana el mismo día en que LeBron James se disfrazó de Michael Jordan en la casa de Su Majestad, lo cierto es que el desempeño del pitcheo quisqueyano ha sacado notas altas cuando se ha jugado el 20% de la campaña.

Antes de la jornada de ayer un total de 52 lanzadores con cédula criolla habían trabajado al menos una entrada en la actual campaña con un saldo positivo. Totalizan 68 victorias y 49 derrotas (un porcentaje favorable de 58%), efectividad de 3.46, ha trabajado 926.7 entradas de 361 carreras limpias, con 314 bases por bolas y 888 ponches con un WHIP (hits y bases por entrada) colectivo de 1.30.

Adornan el trabajo 45 rescates y 59 holds (ventajas mantenidas por relevistas).

Colón es líder de victorias en la Liga Nacional con seis, Pineda es segundo en la Americana con cinco, Familia encabeza el departamento de salvados del Viejo Circuito con 13, y Johnny Cueto tiene el tercer mejor WHIP de su liga (0.88), y es el que más entradas ha trabajado con 51.1.

En lideratos como efectividad, ponches y salidas de calidad también aparecen apellidos registrados en La Hispaniola.

El pitcheo abridor

De un total de 15 duartianos que han abierto partidos a la fecha, 14 han ganado al menos un partido (Héctor Noesí es la excepción), y sólo cuatro tienen marcas negativas en las casillas de victorias y derrotas.

Desde Nueva York hasta Arizona, desde San Luis a Texas, pasando por Pittsburgh, la marca de abridores dominicanos cotiza en alza, a la espera de que Ervin Santana termine su suspensión, y de que Yordano Ventura termine de hacer los ajustes de cabeza y cuerpo.

Ese núcleo acumula 38-29 (56%) con promedio de carreras limpias de 3.63 y un impresionante WHIP de 1.14 (1.30 es la media de la liga). Es un híbrido de veteranos como Colón, Alfredo Simón y Wandy Rodríguez con promesas como Ventura, Salazar, Carlos Martínez, Wily Peralta y Pineda combinado con estelares como Cueto y Liriano.

Edinson Vólquez (2-3, 1.07 de WHIP) y Liriano (1-2, 0.93) tienen marcas negativas, pero el microscopio revela lo efectivo que han sido, y la falta de respaldo que han tenido en Kansas y Pittsburgh, respectivamente.

Salazar (4-1, 3.27) ha regresado de las ligas menores como una fiera. El derecho tiene 48 ponches en 33 capítulos, y un WHIP de 0.88, un bálsamo para unos Indios que han arrancado en la cola de la competitiva división Central de la Americana.

Cinco de esos abridores proyectan alcanzar o superar las 15 victorias.

Nathanael Pérez Neró