Dimitrova tiene como la mejor aliada a su madre, Maya Ivanova

SANTO DOMINGO. “Yo comparto absolutamente todo con ella, no tengo secretos, hay una confianza, tanto de amiga como de madre”, así describe María Dimitrova, campeona centroamericana de kata (karate) a su mamá, Maya Ivanova.

María se siente muy dichosa y honrada: “Mi madre ha sido la mejor. Ella no es solamente mi madre, es mi mejor amiga”.

Madre de atleta

En 1992, Ivanova y su esposo Valeri Dimitrov, llegaron de Bulgaria a República Dominicana, cuando María tenía seis años. Ya tienen 23 años residiendo en el país, de los cuales vivieron 12 en Sosúa.

Con acento búlgaro, y haciendo gestos faciales al hablar, Maya dice lo afortunada que es tener como hija única a Dimitrova.

“Nosotros siempre la hemos apoyado en todas su iniciativas y actividades. El karate ha sido de una de las disciplinas a la cuales se ha dedicado, no es simplemente un deporte, es un estilo de vida, ayuda mucho a la formación de una persona sana”, expresó.

Ivanova es profesora de química y física, respeta y admira a Dimitrova por su dedicación, esfuerzo, carácter fuerte, autocontrol y disciplina. “Soy su madre, pero sé que ella me supera en muchas de esas cualidades. Yo la admiro, por lo que ella es como persona”, y añade que está orgullosa, porque sabe el valor y el precio de todos sus logros.

Para Maya, de 52 años, el amor de madre es primero, después viene el respeto y el orgullo.

Sobre ser hija única, Ivanova narra que su unigénita nunca sintió soledad, porque es muy sociable y hace muchos amigos, además, se crió en su infancia con uno de sus primos.

“Cada separación, cada viaje es duro para mí, ella viaja mucho, y eso es lo que más me duele, yo lo vivo. Ella se va, y estoy lista para llorar, ella tiene que mandarme un mensaje, o llamar cuando llegue, lo que me importa saber que ella llegó bien al lugar”, reveló Ivanova.

Diario Libre