El fanático y Síndrome de Jalisco

La rivalidad, el antagonismo, la guerra de nervios que se vive en la recta final de un torneo de béisbol como el que estamos disfrutando, sólo es comparable con el día final de una campaña electoral presidencial. Los rumores, bolas, encuestas, comparaciones, memes y especulaciones se convierten en el pan y mantequilla del desayuno.

Y es que el béisbol es un concepto sui generis, dotado de una irresistible capacidad de penetración cultural y dilatación social con diferentes comportamientos, valores, marcos expresivos y cognitivos. El béisbol entra de hecho con fuerza tanto en la dimensión social de cada ejecutivo, jugador, técnico o fanático, que nadie coloca en su vocabulario, ni le interesa la palabra derrota.

Si en nuestra sociedad la palabra de consumo diario es soborno, con el suspiro de corrupción y percepción, la crisis del buen sentido del fanático, no debe sorprendernos que a la hora de justificar el fracaso recurra al sofisma del “juego arreglao y vendío”, por aquello de que el “Síndrome de Jalisco” lo llevamos en el corazón porque “si perdemos... arrebatamos”

El 18 de enero de 1959 el lanzador de los Leones del Escogido, Juan Marichal, lanzó su primera blanqueada en el torneo de beíbol otoño-invernal. Marichal mezcló rectas y sliders que cortaban las esquinas del home, para colgarle “9 roquetes” a las Estrellas Orientales: 5x0.

El nativo de Laguna Verde, logró su séptima victoria y el cuarto juego completo donde ponchó cinco y empató con su compañero de equipo Don Zanni, el liderato de ponches con 66.

El trabajo de Marichal recibió el respaldo del infield, quien realizó dos dobles matanzas en el tercer y cuarto episodios y en el quinto realizó un cero de película, después de bolear intencionalmente a John Malkmus para llenar las bases con un out, ponchó los restantes dos bateadores. Marichal retiró nueve de los últimos 10 bateadores que enfrentó.

Un día como hoy: En 1969, los Senadores de Washington anunciaron con “bombos y platillos” que el inmortal Ted Williams será su nuevo mánager para la temporada de 1970.

En 1973, el puertorriqueño Orlando “Peruchín” Cepeda, firmó con los Medias Rojas de Boston y se convirtió en el primer pelotero en ser contratado para jugar específicamente como bateador designado. Jugó 17 temporadas en las Mayores de 1958 a 1974 y dejó huellas para convertirse años más tarde, en el segundo pelotero boricua en ser entronizado en el Salón de la Fama de Cooperstown.

En 1999, los Tigres de Licey derrotan 12x8 a las Aguilas Cibaeñas con un barraje ofensivo de cinco jonrones, dos de Brian Daubach y Ron Belliard y uno de Willis Otañez en el Estadio Cibao.

Twitter: @bienvenidorv

brojas@diariolibre.com

Bienvenido Rojas