Los escollos de Patricia Nolberto

Pasando frente a un centro escolar a la hora de despacho, unos 25 niños y adolescentes, persiguieron a Patricia Nolberto hasta su destino, apedreándola, mojándola y vociferándole "gorda, vaca, ballena" y otros infortunios alusivos a su peso y tamaño.

Mientras recuerda, sus ojos se llenan de lágrimas, pero las contiene... Sentada en la galería de su casa, mira hacia afuera intentando ocultar su mirada, en tanto, da vueltas perennes a un celular que a veces se pierde entre sus manos agigantadas. 

-No te rindas, sigue viniendo- fueron las palabras que manifestaron los profesores cuando ésta entró asustada al salón de clases del curso técnico de belleza que realizaba: Conté hasta diez y lo terminé, resalta en su relato la joven que ahora es manicurista. 

Desde aquel acontecimiento sombrío ya han pasado dos años, sin embargo, sus 652 libras y seis pies de estatura continúan provocando el asombro de los que se topan con ella. 

"Es la forma tan cruel en que me miran, me hacen sentir diferente, porque cuando llegas a un sitio y se quedan mirándote es como si llegara un extraterrestre", expresa Patricia de 28 años, única en su familia con sobrepeso.

De acuerdo al Estudio Factores de Riesgo Cardiovascular y Síndrome Metabólico en la República Dominicana (Efricard II), publicado en 2012, en los últimos 15 años en República Dominicana se ha incrementado la prevalencia de obesidad. Según este informe, el sobrepeso afecta al 31% de la población total del país, de casi 10 millones de habitantes, y la obesidad, al 26.6%. 

Patricia comenzó a presentar problemas de obesidad desde que tenía once años, tiempo en el que murió su padre y se comenzaron a desencadenar situaciones que influenciaron en su alimentación: "Comía para sentirme bien, para superar depresiones", comenta pensativa, pero cuando detalla las comidas que hacía refleja una sonrisa. 

 

"Comía hasta ocho hamburguesas, pica pollos de ocho carne, eran platos grandes con moña, todos en gran proporción", explica la muchacha que ahora padece de diabetes tipo II. 

 

Patricia siente frustración con la vida y el amor. Para ella su "existencia no ha sido fácil".

Ella quería estudiar Derecho, igual que su padre, pero su talla 5 x, ha hecho que los taxistas se nieguen a trasladarla. 

La joven de solo tres amigos, sueña con llevar una vida normal, sin miradas que la acorralen, sin dedos que la señalen. 

"Salir a la calle y tomar un transporte público sin que se vaya, pasar una noche completa sin beber pastillas para dormir, ir a una tienda y comprar ropa que no sea para una talla especial". 

Patricia tiene metas bien definidas. Está decidida a estudiar y para eso quiere realizarse un Bypass, una cirugía de derivación gástrica, que consiste en un desvío o corte de ruta, que cuesta 14 mil dólares y de los cuales una personalidad reconocida del país le ofreció la mitad. 

El resto del dinero aún desconoce cómo lo conseguirá, mientras, Patricia se prepara optimista con una dieta estricta para perder las 70 libras que le exigen los galenos antes de someterla a cirugía.

 

La obesidad y el sobrepeso se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. Una forma simple de medir la obesidad es el índice de masa corporal (IMC), esto es el peso de una persona en kilogramos dividido por el cuadrado de la talla en metros.

Una persona con un IMC igual o superior a 30 es considerada obesa y con un IMC igual o superior a 25 es considerada con sobrepeso. El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo para numerosas enfermedades crónicas, entre las que se incluyen la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.  

El sobrepeso y la obesidad son el quinto factor principal de riesgo de defunción en el mundo. Cada año fallecen por lo menos 2,8 millones de personas adultas como consecuencia del sobrepeso o la obesidad. Además, el 44% de la carga de diabetes, el 23% de la carga de cardiopatías isquémicas y entre el 7% y el 41% de la carga de algunos cánceres son atribuibles al sobrepeso y la obesidad.

 

De acuerdo a estimaciones mundiales de La Organización Mundial de la Salud (OMS) correspondientes a 2008, 1, 400  millones de adultos de 20 y más años tenían sobrepeso. De esta cifra, más de 200 millones de hombres y más de 300 millones de mujeres eran obesos. En general, más de una de cada 10 personas de la población adulta mundial eran obesas.

 

En 2010, alrededor de 40 millones de niños menores de cinco años de edad tenían sobrepeso.

Un estudio del Banco Mundial alerta que de mantenerse las tendencias actuales, en 2030 habrá 2.160 millones de adultos con sobrepeso y 1.120 millones de obesos. Ningún país escapa a estos incrementos.

El elevado consumo de sal, el preocupante sedentarismo y la ingesta cada vez más frecuente de comidas "rápidas" y muy procesadas son los factores que más están contribuyendo al incremento galopante de la obesidad.

Trabajos más sedentarios, consumo de alimentos más baratos pero de menor calidad nutritiva, ingesta de bebidas alcohólicas, uso sistemático de los medios de transporte, son otros motivos que se agregan a la lista. 

De acuerdo a la nutrióloga y especialista en obesidad Mercedes Luciano, las características de la ingesta de comida de una persona obesa son las siguientes: 

Comen más rápido y sin masticar, en mayor cantidad, más frecuente que una persona normal, con intervalos entre bocados muy cortos, no siguen un horario estricto de comida y comen mientras haya alimento en el plato.

Para estas personas Luciano recomienda reducir la porción de alimentos, consumir cinco porciones al día de frutas y verduras, sumar 180 minutos de actividad física por semana, comer solo un plato, seleccionar una alimentación variada, baja en grasas y calorías y rica en fibras, lácteos descremados y con el aporte de carnes magras. 

Mientras expertos de la salud buscan la manera de combatir la obesidad, científicos trabajan en hallar un tratamiento que la detenga. En el último estudio dado a conocer en diciembre de 2013, científicos suizos informaron sobre un gen que impide el desarrollo de la obesidad. 

En este estudio, ratones que fueron sometidos a una dieta rica en grasa y azúcar, experimentaron una deficiencia parcial del gen MCR1, un transportador de lactatos que sirve a las neuronas como alimento, además de una menor acumulación de grasa en el hígado. 

Los ratones de tipo salvaje aumentaron su peso corporal en un 16.7 % después de 12 semanas, los ratones transgénicos sólo aumentaron el 7.7 %.

Los resultados del estudio sugieren que en un futuro se podría utilizar este descubrimiento con fines terapéuticos y bloquear parcialmente el gen MCR1 a través de un inhibidor de síntesis, aunque será necesario realizar más investigaciones sobre el tema.