El Cesfront apuesta a vigilar con cámaras a los guardias para evitar la extorsión

El Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront) está apostando a una estrategia para enfrentar el tráfico de extranjeros por la frontera domínico-haitiana: vigilar a sus guardias.

Aunque las 34 cámaras de seguridad, instaladas hasta el momento en cuatro de los seis pasos fronterizos formales, tienen como finalidad monitorear los movimientos de los civiles, hay un enfoque especial también hacia los militares. 

A mediados de 2012, en los primeros meses de funcionamiento del sistema de observación, se dio de baja a un guardia del Cesfront que cubrió una de las cámaras de vigilancia. El porqué lo hizo no fue especificado por el jefe del Cesfront, general de Brigada Santo Domingo Guerrero Clase.

El jefe militar recuerda que en los últimos años, unos 20 guardias han sido separados de las filas por recibir sobornos de traficantes y extranjeros para que les permitan ingresar de manera ilegal a República Dominicana. Con las cámaras, asegura, habrá un mejor control.

Viaje al paso de Dajabón

Para conocer más del trabajo de salvaguarda de la frontera con el nuevo sistema de monitoreo, DL solicitó al jefe del Cesfront ser recibido en Dajabón. Así, el equipo se trasladó a una de las demarcaciones limítrofes más importantes a lo largo de los 391 kilómetros de la frontera.

Era martes, un día tranquilo luego de un lunes de mercado binacional en el paso fronterizo Dajabón-Ouanaminthe. Frente a una vieja puerta azul por la que entran y salen personas desde y hacia Haití o República Dominicana, el jefe del Cesfront señala tres cámaras de vigilancia en la parte más alta de un poste. Explica que un furgón ubicado debajo, en la calle, contiene un centro de control.

"La finalidad de estás cámaras es vigilar a quienes vigilan, porque si nosotros controlamos a quienes vigilan, vamos a tener controlados a los extranjeros", afirma Guerrero Clase. 

Las tres cámaras, al igual que las demás instaladas en otros tres pasos fronterizos, son monitoreadas por un personal  en el Campamento Militar Héroes de la Restauración, en Capotillo; en Elías Piña, en Jimaní y en el Ministerio de Defensa, en Santo Domingo. 

"Si alguien aquí se confabulara, se está arriesgando mucho, porque tendría que confabularse con el que está viendo esto mismo en Elías Piña, o con el que lo está viendo en Jimaní, o con el que lo está viendo en el Ministerio de Defensa", dice el general Guerrero Clase.

Entre 2011 y el 15 de marzo de 2014, el Cesfront reporta que detuvo a 145,507 haitianos que pretendían cruzar de manera ilegal hacia República Dominicana. De ese total, en 2012, a partir de la instalación de las cámaras, fueron 40,510, en 2013 aumentó a 79,576, y en el primer trimestre de 2014 se aproxima a los 4,500. 

En tanto que el Cesfront y el Ejército de República Dominicana, del 2007 al 2014, detuvieron a 256 extranjeros (no haitianos), la mayoría cubanos, chinos y colombianos, tratando de cruzar la frontera de manera ilegal, ya sea para usar el país como puente para llegar a Estados Unidos, negocios ilícitos, trabajo forzado u otros propósitos.

El jefe del Cesfront indica que para los casos desde 2012 las cámaras de seguridad han sido útiles. Y no sólo para personas. También reporta la detención de tres vehículos denunciados como robados cuando trataban de cruzar hacia Haití.

Civiles y militares monitorean las cámaras

El jefe del Cesfront destaca que para analizar y observar las imágenes de las cámaras, se preparó un personal técnico compuesto por civiles y militares. El incluir civiles, sirve también como un mecanismo de generación de empleo en las ciudades fronterizas, consideradas entre las más pobres del país. 

Centro de monitoreo

Una vez dadas estas explicaciones, Guerrero Clase trasladó el equipo de DL al antiguo paso fronterizo de Dajabón, donde hay oficinas de la institución. Aquí, también hay instaladas otras cámaras.

Desde el viejo puente por donde antes se establecía el intercambio comercial y migratorio, se divisa un grupo de haitianas con sus hijos pequeños, lavando la ropa en la poca agua que trae el contaminado río Masacre, que divide ambos países. A lo largo de la ribera, explica Guerrero Clase, también hay diseminados guardias del Cesfront.

Una vez dejado este lugar, el jefe militar transportó al personal de este periódico al Campamento Militar Héroes de la Restauración, en Capotillo, a unos 28 kilómetros del paso fronterizo de Dajabón-Ouanaminthe.

En un acogedor centro, acondicionado con apoyo de España y Estados Unidos, para preparar el personal de vigilancia fronteriza, está uno de los centros de Comunicación y Monitoreo de las cámaras de seguridad. Personal civil y militar analizan tres pantallas. En una se divisa el paso de Dajabón, otra estaba fuera de servicio por problemas con la red de Internet y la restante es usada de apoyo.

El equipo técnico, además de monitorear las pantallas, se mantiene escuchando la radio local y haitiana, y revisando los periódicos digitales de ambos países, para conocer las novedades de último momento.

El jefe del Cesfront explica que a partir de esta semana, se prevé sumar 16 cámaras a las ocho de Dajabón, cuatro a las 10 de Elías Piña y seis a las de igual número que operan en Pedernales. 

A su vez, está programado agregar a mediados de año 250 miembros al Cesfront. Actualmente, son unos 1,070 los guardias de este Cuerpo Especializado del Ministerio de Defensa, cuyo campo de trabajo corresponde 15 kilómetros a lo largo de la frontera, desde los puntos limítrofes hacia República Dominicana.

En promedio, hay 2.7 guardias por cada kilómetro. Lo ideal, dice el general, es que haya como mínimo 1,500 miembros en todo el Cesfront.

Una vez terminado el recorrido por Dajabón, el equipo de DL vuelve a Santo Domingo. Queda pendiente volver para seguir constatando los resultados del sistema de cámaras al que apuesta el Cesfront para controlar el tráfico de extranjeros por la frontera  y otros movimientos.

Mariela Mejía