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Economistas: presupuesto es por "desguañangue" electoral

Bernardo Vega y Nelson Suárez coinciden es producto del déficit fiscal

SD. El ex gobernador del Banco Central, Bernardo Vega, consideró ayer que el proyecto de presupuesto complementario enviado al Congreso por el Poder Ejecutivo viola los principios de reforma tributaria, reducir gastos corrientes y limitar endeudamiento interno y externo.

Manifestó que el proyecto de presupuesto complementario es exclusivamente de endeudamiento adicional, incluyendo una emisión de bonos soberanos que, sin un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), implicaría gastos presupuestarios muy altos.

Manifestó que el previsible "desguañangue" electoral, con el extraordinario aumento en el déficit fiscal, se quiere resolver exclusivamente con endeudamiento.

Mientras el economista Nelson Suárez consideró que el proyecto de presupuesto complementario por RD$51,311.7 millones y la solicitud para concertar préstamos internos y externos por US$2,085 millones son un ejemplo "del desorden y la irresponsabilidad" del gobierno que ha manejado billones de pesos del presupuesto general del Estado.

Explicó que mientras se regatean recursos a sectores como educación y producción, el gobierno somete un proyecto cuyo propósito es legalizar el uso ofensivo y dispendioso de los recursos público en la campaña. Manifestó que el proyecto complementario trata de justificar la contratación de obras sin licitación por RD$7,000 millones en los primeros cinco meses de este año.

Expuso que la difícil situación fiscal caracterizada por un déficit acumulado de casi un 6% del Producto Interno en los últimos 17 meses, se podría complicar aún más por la acumulación no transparentada de la deuda administrativa y compromisos vencidos con los generadores de electricidad, con suplidores y contratistas del gobierno.

El economista agregó que corregir lo que está mal en materia de dispendio presupuestario amerita de un arduo proceso de saneamiento para corregir fugas, ineficiencias y dispendios y para eso habría que afectar intereses, privilegios y rejuegos existentes en el presupuesto por décadas.