Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
economia

Compañías se apuran para desarrollar tecnología móvil 5G

Expandir imagen
Compañías se apuran para desarrollar tecnología móvil 5G
Foto: Diario Libre
Los laboratorios están trabajando tiempo completo para producir patentes que apuntalarán el futuro de la conectividad

El brillante laboratorio 5G de vidrio y metal que se construye en el campus de la Universidad de Surrey, unas cuantas millas afuera de Guildford, habla de las ambiciones británicas en lo que respecta a construir la siguiente generación de tecnología de Internet móvil.

Al mismo tiempo que muchos usuarios apenas están actualizando una red 4G más rápida, los proveedores de telecomunicaciones están viendo hacia la siguiente generación de tecnología de Internet móvil.

Sin embargo, compañías como Vodafone y BT no han dotado de fondos a la universidad para desarrollar la tecnología por simple amor académico. Son socios comerciales que han comprado un interés en las futuras utilidades generadas por el centro así como en la oportunidad de utilizar la tecnología.

No son las únicas compañías apurándose a desarrollar 5G. Los laboratorios de Huawei, Ericsson, Nokia y Samsung están trabajando intensamente para producir las valiosas patentes globales que señalarán el futuro de la conectividad móvil.

La mayoría espera estar probando alguna forma de tecnología para 2018.

Aunque las anteriores generaciones de móviles se han dedicado a incrementar la velocidad del Internet, 5G irá un paso más allá, según el profesor Rahim Tafazolli, director de investigación de 5G en la Universidad de Surrey.

Él dice que se espera que hará que el Internet sea lo suficientemente rápido para hacer posible un grupo de nuevas aplicaciones, desde vehículos conectados hasta los dispositivos de conectividad que habilitarán el Internet de las cosas.

"5G será el inicio de una nueva manera de pensar sobre las comunicaciones", dice el profesor Tafazolli.

Ericsson considera que habrá cerca de 50 mil millones de dispositivos conectados globalmente para 2022, cuando la tecnología estará lista para ser utilizada comercialmente. Las implicaciones son profundas.

Imaginemos, por ejemplo, un automóvil sin conductor que confía en un constante flujo de información que le llega a través del Internet. Si la infraestructura que posibilita la interconectividad no es lo suficientemente robusta para permitir acceso continuo a la información, sería imposible que el auto funcionara.

La tecnología de red tiende a evolucionar cada 10 años. La primera generación de redes celulares se lanzó en la década de 1980 y soportaba solamente servicios de voz. Fue el motor de los primeros móviles pero era problemático debido a la interceptación y clonación. Usar un teléfono en el extranjero era imposible.

En los 1990, 2G se volvió popular y podía apoyar más usuarios además de ser más seguro. Eso permitía enviar "mensajes de texto" y los consumidores podían usar "roaming" (itinerancia) afuera de su país de origen.

Al principio de los años 2000 vimos surgir el 3G, que podía soportar servicios de datos de alta velocidad a la vez que los consumidores incrementaban el uso de banda ancha y del Internet en aparatos móviles. Un nuevo tipo de teléfono inteligente, capaz de soportar video y televisión móvil, nació.

Desde el 2010, 4G permitió a los operadores utilizar el espectro de forma más eficiente, lo cual significó que la velocidad de acceder a los datos móviles se volvió 10 veces más rápida que la del 3G.

La siguiente generación se tratará de algo más que el teléfono móvil. Se tratará de proveer conectividad a través de las ondas aéreas a miles de millones de dispositivos que en el futuro requerirán acceso al Internet, desde autos sin conductor hasta ciudades inteligentes.

Las autoridades regionales en Europa y Asia ya están apoyando esfuerzos locales con el objetivo de crear estándares globales basados en tecnologías domésticas que puedan ser exportadas.

Entre los proyectos que han apoyado se encuentra la Sociedad Pública y Privada 5G (5G-PPP), una iniciativa de €1.4 mil millones en conjunto entre la industria de telecomunicación europea, la Comisión Europea y Huawei de China.

Aunque la tecnología útil generalmente necesita prestarse a grupos rivales bajo términos justos y razonables, hay mucho dinero involucrado en ser dueño de las patentes para la siguiente generación de servicios móviles.

Las redes también necesitarán ser mejoradas y reconfiguradas, lo que significa valiosas ventas para futuros vendedores de equipo.

Pero un problema al que se enfrenta la industria es que no hay estándares para lo que será la definición de 5G. El riesgo es que las compañías terminarán utilizando diferentes servicios.

En el Congreso Mundial de Móviles en Barcelona de este año, el evento anual de telecomunicaciones, compañías tales como Deutsche Telekom, Ericsson y Huawei, y hasta la UE, presentaron sus visiones de cómo podría funcionar.

SK Telekom de Corea del Sur mostró un robot 5G. Ericsson tenía un camión con excavadora de control remoto. Pero éstos parecían un poco efectistas y no mucho más avanzados de lo que se podría hacer con conectividad 4G.

Los expertos normalmente tratan de describir la tecnología 5G con referencia a la velocidad en gigabits por segundo. Los científicos hablan de relación de datos de pico de 10Gbit/s - 10 veces más rápido que 4G ¬- aunque la Universidad de Surrey ha hecho pruebas con 1 Tbit/s (terabits por segundo).

Se estima que la capacidad - el volumen del flujo de datos - es 100 a 1000 veces mayor que 4G, y la demanda de datos se espera que crezca unas 1000 veces en la siguiente década.

El profesor Tafazolli dice que la clave estaría en la latencia, la cantidad de tiempo que toma para que los datos atraviesen el sistema y lleguen a un dispositivo. Los servicios de 5G necesitarán ser capaces de responder en un milisegundo - cerca de 50 veces más rápido que 4G - para que las aplicaciones en tiempo real, como los automóviles sin conductor, sean posibles.


(c) 2015 The Financial Times Ltd. All rights reserved