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Cambios en Cuba
Cambios en Cuba

Congreso del Partido Comunista de Cuba decepciona a muchos

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Congreso del Partido Comunista de Cuba decepciona a muchos
La Habana, Cuba.

Es una corrección atrasada de las expectativas optimistas de un cambio acelerado en Cuba

Desde que Barack Obama y Raúl Castro — los presidentes de EEUU y Cuba, respectivamente — comenzaron el proceso de detente el año pasado, los turistas se han apurado a visitar Cuba y disfrutar la majestad decrépita de La Habana “antes de que todo cambie”.

Mientras tanto, las empresas y cámaras de comercio estadounidenses han hecho múltiples viajes para buscar oportunidades en una isla que tiene la atracción de un fruto prohibido.

Pero esta semana, El Sr. Castro y el partido comunista cubano aplastaron las esperanzas de que el gobierno iba a refrescar sus filas con caras más jóvenes o realizar reformas económicas de liberalizadoras que indicarían el aflojamiento de su control del poder.

El martes, al final del Congreso del Partido Comunista de cuatro días, el Sr. Castro, de 84 años de edad, y Ramón Machado Ventura, de 85, un ideólogo de línea dura, fueron reelegidos a las dos posiciones más altas en el gobierno. Hasta funcionarios de alto nivel habían especulado que el Sr. Ventura sería reemplazado.

El Congreso se realizó menos de un mes después de la visita histórica del Sr. Obama a la isla, en la que dijo que quería poner fin a medio siglo de hostilidad de la Guerra Fría. Desde entonces, el gobierno y la prensa del Estado han advertido que EEUU sólo había cambiado sus tácticas pero no su meta de un cambio de régimen.

La reacción local fue de gran decepción de que los líderes envejecidos del país no han transferido las riendas del gobierno a manos más jóvenes, o han intentado profundizar las reformas económicas requeridas, tal como el mismo Sr. Castro ha dicho que quiere.

La semana pasada el Sr. Castro dijo que quería establecer límites de mandato y una edad límite de 70 años para los altos funcionarios del partido. También ha criticado el paso lento de las reformas económicas — tales como aquellas que permitirían la existencia de pequeños negocios privados — que él mismo lanzó hace cinco años.

“Estoy muy disgustada”, dijo Julia Martínez, una secretaria de 52 años de edad en La Habana, quien pidió que su nombre real no fuera revelado. “Los mismos líderes y las mismas reformas ... ¿Tengo que esperar hasta que tenga su edad para ver un cambio real”?

El Congreso, que se lleva a cabo cada cinco años, fue notable por su secretismo pero aparentemente no hubo una discusión sobre nuevas ideas de cómo impulsar la economía estancada de estilo soviético de Cuba, la cual está creciendo a cerca de la mitad de la tasa de 5 por ciento que busca el gobierno.

Además no hubieron señales de rejuvenecimiento en las filas del Politburó: los cinco nuevos miembros del organismo de 17 integrantes fueron seleccionados de organizaciones laborales y de los sectores de salud y telecomunicación.

“Raúl y los demás líderes hablan de la necesidad de establecer límites de mandato, transparencia y edades límite en el Politburó y de realizar reformas económicas”, dice Christopher Sabatini, profesor adjunto de asuntos internacionales de Columbia University, “pero no hicieron nada para promoverlos en la reunión”.

Fidel Castro, 89, hizo una aparición inusual, llamando a los líderes del partido a continuar con sus ideas.

La visita del Sr. Obama el mes pasado ensanchó la brecha ideológica entre el gobierno y el pueblo cubano después de que él realizó una serie de discursos bien recibidos transmitidos por la televisión estatal pidiendo que los cubanos adopten el cambio y cambien la página de una historia de hostilidad mutua.

Desde entonces, la prensa estatal ha descrito la visita del Sr. Obama como un ataque ideológico aun cuando el gobierno insiste en que quisiera que el Congreso de EEUU levantara completamente el embargo. El resultado es un acto de malabarismo entre buscar el cambio y querer controlarlo al mismo tiempo.

Por John Paul Rathbone y Marc Frank (c) 2016 The Financial Times Ltd. All rights reserved

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