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¿Deberíamos enfocarnos más o menos en la raza?

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¿Deberíamos enfocarnos más o menos en la raza?
Persona de color. (ARCHIVO.)

Los expertos advierten que el giro hacia la “ceguera de color” en vez del multiculturalismo perpetúa los prejuicios.

Las etiquetas étnicas — árabe, negro, latino — son la causa de racismo y de la guerra, dice Richard Williams, conocido también como el rapero estadounidense Prince Ea, en su ampliamente difundido discurso “Estas etiquetas se crearon para dividirnos”.

“Los seres humanos no deben ser identificados por sus etiquetas ... Sólo hasta que las retiremos todas y dejemos de pensar y vivir de forma tan mezquina estaremos libres para vernos unos a otros por lo que realmente somos”, dice.

Sus puntos de vista son ampliamente aceptados.

Muchas compañías, instituciones y legisladores se han distanciado de etiquetas tales como “negro y de minoría étnica” y en vez, han seguido un enfoque de “ceguera de color”.

En EEUU, las universidades han reducido los programas de acción afirmativa, que discriminan en favor de los solicitantes de minorías étnicas. En la ley, la “ceguera de color” se ha vuelto el estándar contra el que se juzgan los actos de prejuicio. Mientras tanto en Europa, las compañías y las universidades están adoptando solicitudes que favorecen la “ceguera de nombres”.

Para sus proponentes, la “ceguera de color” personifica la sociedad post-racial. Pero algunos académicos dicen que es un enfoque mal calculado. Señalan que la elección de Barak Obama como el primer presidente negro en EEUU no hizo nada para generar una sociedad post-racial, al igual que la elección de Sadiq Kahn como el primer alcalde musulmán de Londres no terminará con el prejuicio racial.

Desde la brutalidad policial en contra de los afroestadounidenses hasta la creciente reacción en Europa en contra del influjo de inmigrantes y refugiados de Siria, Irak y Afganistán, las tensiones raciales están desbordándose en ambos lados del Atlántico. Y se están desparramando hacia la política, con Donald Trump proponiendo una prohibición contra la entrada de musulmanes en EEUU como parte de su campaña presidencial. En Austria, el partido de ultra derecha Libertad estuvo cerca de ganar la presidencia el domingo.

La disparidad en el pago tal vez sea menos dramática pero no menos perniciosa. El último censo en EEUU encontró que la brecha de género afectaba más a las mujeres latinas y negras, con las primeras ganando 61 centavos por cada dólar y las últimas 64 centavos por cada dólar ganado por los hombres blancos no latinos.

En el Reino Unido, sólo tres compañías en el FTSE 100 tienen directores ejecutivos no blancos y la discriminación comienza en los empleos de nivel inicial, según investigaciones que sugieren que los candidatos con nombres que aparentan tener antecedentes de minoría étnica tienen menos posibilidades de ser contratados que aquellos con nombres que sugieren que son blancos.

La economía del Internet no es inmune. Los investigadores de Harvard han encontrado recientemente que las personas buscando hospedarse en Airbnb tenían 16 por ciento menos posibilidades de ser aceptadas si sus nombres aparentaban ser de origen afroamericano que si eran de origen blanco.

Retirar estos marcadores raciales en esos momentos o en las solicitudes de trabajo o para ingresar a las universidades puede ayudar. Pero un enfoque amplio basado en la “ceguera de color” perpetúa los prejuicios, advierten los líderes empresariales y académicos. En vez de ignorar las distinciones raciales, les están pidiendo a las compañías y a los legisladores que las acojan.

“Cerrar los ojos ante las complejidades de la raza no las hace desaparecer, pero oculta el hecho de que la “ceguera de color” muchas veces crea más problemas de los que resuelve”, dicen Michael Norton y Samuel Sommers, académicos de la Escuela de Negocios de Harvard y de la Universidad Tufts, quienes han publicado varios estudios sobre el tema.

Después de analizar las respuestas a una encuesta de 3,758 empleados de una compañía grande del cuidado de la salud en EEUU, los académicos de la Universidad de Georgia concluyeron que las compañías gestionadas mayormente por empresarios blancos que siguen la política de “ceguera de color” aumentan la percepción de la existencia de prejuicio racial entre sus empleados que pertenecen a una minoría étnica. Al contrario, cuando una compañía de mayoría blanca apoya el multiculturalismo, los empleados minoritarios piensan que sus empleadores tienen menos prejuicios.

Mientras tanto, varias otras investigaciones académicas concluyen que un enfoque multicultural presenta beneficios múltiples. Por ejemplo, un gerente que les pide a los miembros de un equipo que consideren la diversidad étnica de sus colegas, más que ignorarla, fomenta el aprecio de las perspectivas de otras personas y mejora las evaluaciones de discriminación.

Hablar sobre el tema de la raza es incómodo, admite Mellody Hobson, presidenta de Ariel Investments y directora de DreamWorks Animation, convirtiéndola, dice, en una de las dos únicas mujeres de raza negra que dirigen una compañía que cotiza en la bolsa de EEUU.

Y sin embargo, la Sra. Hobson cree que “no podemos ser complacientes con respecto a la ‘ceguera de color’”.

“Tenemos que ser valientes cuando se trata del tema del color”, dijo en una Charla Ted. Tenemos que tener la voluntad — como maestros y como padres, empresarios y científicos — para sostener conversaciones proactivas acerca de la raza con honestidad y valentía”.

En su presentación aplaude a John Skipper, presidente del canal deportivo ESPN por insistir en que la compañía considere una gran diversidad de candidatos para cada posición que se contrata.

Esas políticas enfrentan una reacción adversa. Los profesores Norton y Sommers creen que existe un resentimiento creciente entre la gente blanca debido a acciones que perciben como favorecedoras a personas de minorías étnicas.

A pesar de su preferencia por un enfoque multicultural, los dos académicos piensan que la “ceguera de color” va a seguir ganando aceptación, no porque las personas procedentes de minorías étnicas se sienten victimizadas por las etiquetas, sino porque la gente blanca se siente victimizada.

En una encuesta de 2011 ellos encontraron que el estadounidense blanco promedio cree que enfrenta más prejuicios raciales que los afroamericanos.

Por Carola Hoyos y Farva Kaukab (c) 2016 The Financial Times Ltd. All rights reserved

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