Asuntos de la campaña

Los temas de debate en las campañas electorales dominicanas, igual que en cualquier otro país, cambian de un período a otro, de acuerdo con la naturaleza de los asuntos que más interesan a los votantes. Los candidatos observan la importancia que cada tema tiene y orientan sus planteamientos según su conveniencia política.

El ámbito de los asuntos varía, además, con el tipo de posición en juego. Es lógico que candidatos a alcaldes enfoquen su atención sobre los problemas de sus comunidades, en tanto que ese radio de interés se va ampliando para los diputados y senadores, hasta llegar a los aspirantes a ser presidente y vicepresidente. A ese último nivel, los temas macro ocupan un lugar más prominente.

Pero las decisiones de voto suelen ser guiadas por los asuntos que tocan directamente a los ciudadanos, y en esta ocasión es notorio que hasta ahora los temas más significativos no son exclusivamente de índole económica. La seguridad, el agua, la electricidad, el dengue, el transporte, los sueldos, el empleo y otros asuntos como ésos son los que más inquietan a la población, mientras que otros como el déficit fiscal, la deuda pública, la corrupción, la inmigración, el medio ambiente, el comercio exterior y la presión tributaria tienen un menor impacto.

La ausencia de inflación y la suave depreciación del peso frente al dólar, a lo que contribuye el descenso del precio del petróleo, explica en gran parte el limitado rol de la economía en los comicios. Fuera del sector eléctrico, no hay grandes presiones acumuladas sobre precios claves, al no existir controles ni subsidios generalizados. No hay desabastecimiento de productos, quiebras masivas de empresas, ni desconfianza en las instituciones financieras.

Aún así, los temas macroeconómicos siguen figurando en la campaña, por el atractivo que ellos tienen para los partidarios de todos los bandos y la atención que reciben en los medios de prensa.

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Gustavo Volmar