En torno al gasto tributario

El gasto tributario es el monto que el gobierno deja de recaudar por causa de exenciones, deducciones, diferimientos y créditos impositivos.

Se asemeja a un gasto, pues equivale a que se cobren los impuestos y el dinero se use a favor de los sectores beneficiados.

El cálculo del gasto tributario arrastra la dificultad de prever lo que sucederá si los impuestos en cuestión son cobrados. Puede ocurrir, por ejemplo, que la actividad económica antes favorecida deje de llevarse a cabo cuando sea gravada, o que el producto previamente exento ya no sea consumido, casos en los que la recaudación adicional terminaría siendo nula. El método utilizado mide la pérdida de ingresos aplicando “a posteriori” las tasas a los volúmenes y valores realizados.

Para el 2015, el estimado del gasto tributario ascendió a RD$201,752 millones, equivalente al 6.7% del PIB, suma que alberga una gran variedad de sectores y productos, con diferentes grados de beneficios. Entre ellos figuran zonas francas, turismo, áreas fronterizas, libros, películas, energía renovable, viviendas de bajo costo, combustible para la electricidad y las ventas de numerosos bienes y servicios.

Siendo un resultado acumulativo de leyes dictadas a lo largo del tiempo, la carencia de lógica en la distribución del gasto tributario queda evidenciada al ver que los intereses de los depósitos bancarios y los servicios de las aseguradoras son gravados.

Clasificadas por gravámenes, las cuatro partidas principales corresponden al Itbis (48%), hidrocarburos (14%), patrimonio (13%) e impuesto sobre la renta (12%).

Algunos rubros tienen un gran peso social, como los servicios de salud o el transporte urbano. Otros están vinculados a subsidios, como la venta de electricidad que actualmente ni siquiera se cobra cabalmente y tendría que soportar que el costo de la generación subiera. Y otros tienen la competencia de rivales extranjeros.

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Gustavo Volmar