Giro posible

La izquierda latinoamericana parece haber sido víctima de algún maleficio. Países como Argentina, Brasil y Perú se han desplazado hacia la derecha política, y Ecuador podría ser el próximo en la lista. Pero detrás del maleficio está la economía, golpeada por el descenso en el precio de los bienes básicos de exportación.

Hace diez años, antes del ascenso de Rafael Correa al poder, la crisis imperante en Ecuador había hecho necesario reemplazar la moneda nacional con el dólar estadounidense, a fin de detener el descontrol monetario que estaba empobreciendo a la población de ingresos medios y bajos. Correa logró estabilizar la situación, y luego aprovechó los altos precios del petróleo, un renglón clave entre las exportaciones, para llevar prosperidad al país. Pero el petróleo en baja, combinado con desastres naturales y otros eventos adversos, condujo posteriormente al desplome de la actividad económica, dando paso al desempleo, aumentos de impuestos y escándalos de corrupción en el consorcio petrolero estatal.

El candidato del partido de gobierno, dado como favorito en las encuestas, no pudo evitar por un estrecho margen que hubiera una segunda vuelta. Como entre los otros siete candidatos predominan los conservadores, la segunda vuelta se perfila muy cerrada. El exbanquero conservador que quedó en segundo lugar ha prometido crear un millón de empleos en cuatro años, atraer inversiones extranjeras y reducir los impuestos, aparte de expulsar al fundador de Wikileaks de la embajada ecuatoriana en Londres. Espera recabar el apoyo de quienes votaron por los demás candidatos conservadores para triunfar en la segunda vuelta, lo que sumaría a Ecuador al giro a la derecha que está ocurriendo en la región.

Contrario a otros mandatarios latinoamericanos, que luego de su salida del gobierno siguen participando activamente en la política local, Correa planea radicarse en Bélgica, país de donde su esposa es oriunda.

Gustavo Volmar