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Crisis griega
Crisis griega

No hay alarma

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No hay alarma

Anteayer fue algo parecido a un lunes negro. En apenas dos minutos, 33 toneladas de oro fueron puestas a la venta al abrir el mercado de Shanghai, y el precio bajó a US$1,080 la onza, su menor nivel desde febrero del 2010. Órdenes automáticas de venta, puestas para prevenir mayores pérdidas, pueden haber jugado un papel en el proceso. El precio ayer al mediodía era de US$1,106.

Paradójicamente, el descenso ocurre a pesar del declive del mercado de acciones en China, la crisis griega y las tensiones en las economías emergentes, y pone en duda el papel del oro como refugio en situaciones de incertidumbre. Al parecer, el dólar ha venido suplantando al oro como activo de elección en esas situaciones, reforzado por la posibilidad de un alza en las tasas de interés en los EE.UU. en lo que resta de este año. En todo caso, la tendencia declinante del oro se mantiene, con breves incrementos, desde el 2011, cuando llegó a US$1,900 en el mes de septiembre.

Hay que suponer, por lo tanto, que los ingresos del gobierno dominicano por las exportaciones de oro declinarán más que el porcentaje del 25%, unos cien millones de dólares, que había sido estimado semanas atrás. Podría lucir también paradójico que a pesar de esa disminución no se hayan levantado en nuestro país voces de alarma, ni advertencias ominosas, sobre sus efectos fiscales o en cuanto a la disponibilidad de divisas, lo que posiblemente se deba a que el monto involucrado palidece en comparación con los préstamos que hemos estado contratando, más el ahorro de divisas que hemos tenido por la baja en la factura petrolera.

Es posible además que no tuviéramos suficiente tiempo para acomodarnos al nivel de los ingresos que hubiéramos tenido con el oro a más de 1,400 dólares. No nos pasó como al que gana un premio de lotería o recibe una herencia inesperada, y cambia su estilo de vida sin percatarse de que la buena fortuna no dura para siempre.

gvolmar@diariolibre.com

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