Se acerca el Transpacífico

Al lento desempeño de nuestro sector exportador, y al rezago del país en aprovechar las oportunidades del DR-CAFTA, se añade ahora el avance del mayor convenio de libre comercio jamás firmado en el mundo, entre naciones que representan el 40% del PIB mundial.

Su alcance incluye disposiciones sobre propiedad intelectual, legislación laboral, medio ambiente, internet y vías de solución de disputas.

Sin que nos alegráramos de los retrasos en su aprobación, comentamos días atrás sobre los escollos que estaban afectando la negociación del convenio, en particular diferencias entre Japón, Australia y los EE.UU. sobre vehículos de motor y patentes de medicamentos.

La demora que esas divergencias provocaron hizo pensar que el convenio aún podría estar lejos en el futuro, posponiendo la concesión de ventajas comerciales a Vietnam y otras naciones respecto de productos competitivos con los nuestros.

El alivio fue de poca duración, sin embargo. Ayer los doce países participantes en las discusiones del acuerdo Transpacífico, que viene debatiéndose desde el año 2008, anunciaron haber llegado a una redacción final, sujeta a ser ratificada por los gobiernos correspondientes.

Pero el acuerdo, que debió estar concluido para el 2012, llega cuando la campaña electoral en los EE.UU. ya ha comenzado. Se inserta, por lo tanto, dentro de la vorágine política en ese país, en el cual le aguardan meses de debate. Se oponen a él legisladores de ambos partidos, por su efecto sobre la producción y los empleos en áreas como el arroz y el azúcar. Trump y Sanders están en contra, y H. Clinton, quien participó en las primeras fases, no quiere disgustar a los sindicatos.

Ayer mismo la compañía Ford emitió un comunicado rechazando el acuerdo, señalando que no contiene instrumentos para evitar la manipulación de los tipos de cambio entre monedas para fines competitivos, especialmente por parte de Japón.

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Gustavo Volmar