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Buena vida

El hogar de la eterna primavera

Del buen vestir, ella sabe. Pero de reflejar su onda romántica, hippie y bohemia en su apartamento del Evaristo Morales, supo el arquitecto Carlos Pérez, quien se encargó de plasmar allí los gustos de esta personalidad de la moda a través de un estilo shabby chic.  

Si hace un tiempo atrás alguien le hubiese vaticinado que al mudarse sola tapizaría un sofá y varios cojines en una tela con motivos florales, Airam habría pensado que se trataba de una broma. No obstante, no bien puso un pie en este espacio, que la cautivó a la primera a través de sus pisos enmaderados y sus paredes de ladrillo, la predicción se tornó real.

Una vez instalada en este inmueble, la especialista en moda notó que aquel ambiente la inspiraba de un modo inusitado: la conminaba a colocar -casi de un modo compulsivo- manojos de florecillas en tazas, botellas, jarrones, latas, regaderas... Así, de un modo tan simple, entendió que este nuevo hogar no solo le prodigaba paz, sino que le invitaba a remodelarlo.



"Lo estoy haciendo mío (el apartamento), porque lo quiero comprar... Se trata de la ley de la atracción", explica esta periodista amante del shabby chic, cuyos amigos le recomendaron al arquitecto Carlos Pérez.

De esa manera, con una mezcla de elementos antiguos y modernos, y una paleta donde predominaría el blanco, este arquitecto se dispuso a plasmar la personalidad de Airam en todos los rincones. "Los floreros colgados en las ventanas y colocados sobre las mesas, así como las figuras de porcelana, son algunos de los elementos que me permitieron plasmar el sello de Airam Toribio dentro de su espacio", detalla Pérez sobre su proyecto de interiorismo.



En patrones pequeños, suaves y simples, aquí también se hicieron notar los motivos florales en los textiles, como si de recordar las casas de campo y de integrar la naturaleza a este hábitat se tratase. En tanto, el naranja, el verde y el amarillo se encargaron de contrastar con la supremacía del blanco.



Precisamente, en la sala se prodigó un toque silvestre y de exteriores -muy propio de la anfitriona- a través de una banca, de unas botellas y de unos faroles que penden sobre esta. De su lado, el estar fue tornado en un espacio para el descanso, donde se añadió tanto un sofá, como una mesa central al más puro estilo shabby chic... Y, a decir de Carlos Pérez: "En la habitación de Airam se dio el toque de intimidad que hacía falta".

 

Sin embargo, Airam considera que todavía no ha terminado de ambientar su apartamento, pues tiene pendiente crear un collage de platos decorativos en la pared de su comedor. Para los que se preguntan cómo habrá de ser esa composición, no tengo la respuesta, pero desde ya me atrevo a entonar la canción de Fonseca que dice: Te mando flores...".