Nórdicos por si vas de montaña...

Para no acusar el frío, la elección de un buen nórdico es fundamental para aislarse durante la noche. El uso de este tipo de cobertores permite la posibilidad de cambiar de funda cada temporada. El color de las paredes y el estilo que hayamos impreso en la habitación será el único condicionante para el cambio.

En su origen, el estilo informal era la característica principal de estos textiles, sin embargo, los nuevos diseños y las texturas en las que se presentan han cambiado mucho.

De la misma manera que las colchas se complementaban con mantas o finos elementos colocados a los pies de la cama, los nórdicos también gozan de la misma oportunidad. Rasos y terciopelos se encargan de ello.

Tonos clásicos y sin estampados se complementan con una fantasía de brocados y cálidos terciopelos, todos unidos por un común denominador: texturas en algodón que aportan un plus adicional para subir la temperatura.

Fiel a su tradición, la firma textil Lexington mantiene una apuesta por la informalidad que dan los cuadros en rojo y azul. Las flores en suaves rosas combinan a la perfección, por difícil que pueda parecer con cuadros en marino para los pies de la cama.

La firma sueca Ikea sabe bien lo que es crear para proteger del frío. Entre sus propuestas destaca la colección Björnloka, una edición limitada, donde predomina la naturalidad en los materiales, la sencillez de las formas, todo basado en una curiosa inspiración: la letra "Y".

FOLKLORE NÓRDICO

La colección, según sus creadores H.C. Ericson y Synnöve Mork, se nutre de la tradición, la nostalgia y el folclore nórdico, un cúmulo de influencias en las que se contempla la presencia de un lenguaje cargado de aportaciones muy diferentes.

Las formas geométricas y el uso de materiales tradicionales, como el crochet, es el resultado.

Su intención principal con esta creación era centrarse en los pequeños detalles de la vida cotidiana, "donde lo más simple puede ser también lo más hermoso", comentan.

Sin perder la esencia de sus clásicos, Pepe Peñalver ha presentado en su colección Alhambra unos diseños en los que también destacan los motivos florales, los estampados y jacquards.

TARTÁN Y PATA DE GALLO RENOVADOS

Los tostados son los colores que predominan en su propuesta Kimu, donde se combinan con bordados en blanco y con rayas en cojines que alternan ambos colores. El suave terciopelo de una colcha, con un estampado en flores en una impresión más oscura, se fusiona a la perfección sobre un cabecero tapizado también en la misma gama cromática.

Sin embargo, para aquellos que prefieran alejarse de los neutros, los diseños de la colección Sacha en azules agua, rosas quemados, grises ceniza y beige antiguos suponen una gran variación. El lino, la lana y el algodón de sus textiles gustan por lo natural. Sin perder de vista que su diseño en tartán, pata de gallo y cuadro escocés, con un estilo renovado y alejado de los colores tradicionales se imprimen con un estampado digital de última generación.

Las opciones para renovar su dormitorio con los textiles le permiten alternativas con las que, quizá no había contado, para innovar en la zona más íntima del hogar.

Los dormitorios de los más pequeños se llenan de color y diversión con dibujos y tonos alegres. En los patchworks y bordados de la colección Bam Bam se pueden encontrar diseños para bebés y niños con motivos muy diferentes: barcos, flores, números o estrellas son algunos de ellos.

Un derroche de aire fresco en pleno invierno.

Diario Libre