Un espacio avant-garde en Las Praderas

Inspirado en los tonos dorados y los patrones geométricos que, desde ya, prometen ser tendencia en 2014, el diseñador de interiores Andrés Aybar confirió un toque vanguardista a este inmueble de Las Praderas.

Aunque llegó a sus manos como un diamante en bruto, o sea, como un apartamento de reciente estreno, enclavado en un cuarto piso y provisto de un metraje limitado, nada impidió que Andrés Aybar pudiese recrear en cada una de sus estancias: un recorrido narrativo matizado de glamour, exquisitez e historia.

Dos salas integradas, un salón familiar, una cocina, tres habitaciones con sus baños y un medio baño en el área social, fueron las áreas con las que se encontró el diseñador en este apartamento que, a petición de su propietaria, debía estar "bien diseñado" por encima de todo.

Así, con las cartas sobre la mesa, Aybar y su clienta abordaron un vuelo con destino a Miami para adquirir múltiples elementos de diseño que hoy día engalanan este espacio y que complementan el mobiliario adquirido localmente.

En el vestíbulo, el dramatismo se impuso a través de la iluminación puntual, de una puerta en roble natural y de un curioso espejo en forma de sol, que se hacieron acompañar de una nívea figura alusiva a un caballo (de Jonathan Adler) y de toques rojiverdes en algunos accesorios. 

Una vez en las salas gemelas, el especialista las dotó de toques diferentes, pero con un aire unificador que se extiende hasta el área del comedor. En los tres ambientes las composiciones de diseño giraron en torno a ciertos elementos de diseño, tales como: seis platos de porcelana creados por Piero Fornasetti, un par de stools de Missoni Home, una mesa de Vito Selma; así como varios ornamentos de Jonathan Adler, Harry Allen y Global Views.

Entre otros elementos a destacar, se incluyeron: dos mesas de la firma Fiam Italia by Rodolfo Dordoni, unas lámparas Cattelan Italia, un empapelado Cole & Son y unas obras del artista Juan Carlos Reyes.

Diario Libre